Ricardo Diez
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| | Enviado miércoles, 15 de febrero, 2006 - 06:54 pm: | |
NOTICIAS URBANAS
Cuarto intermedio
El proceso de juicio político al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, pasó a cuarto intermedio. Gran parte de los testigos de este miércoles relataron las acciones llevadas a cabo por el Gobierno de la Ciudad en el cementerio de la Chacarita y la morgue judicial luego de la tragedia de Cromañón. Por otra parte, la ex mujer de un sobreviviente dio detalles de lo que vivió el 30 y 31 de diciembre de 2004
Por Alejandra Lazo
Casi todos los testimonios de este miércoles por la mañana giraron en torno a las acciones llevadas a cabo por el Gobierno de la Ciudad en el cementerio de la Chacarita y la morgue judicial luego de la tragedia de Cromañón. Luego del testimonio de José Luis Calvo, le tocó el turno a Claudio Suárez, ex director General de Prevención del Delito y actual subsecretario de Seguridad Urbana.
Suárez aseguró, al igual que lo hizo Calvo, que todo lo que tuvo que ver con el reconocimiento de las víctimas y la entrega de los cadáveres se llevó a cabo en total orden. Suárez sostuvo que él se enteró de la tragedia pasada las 12 de la noche y decidió salir hacia el lugar. "En el camino me llamó Gonzalo Ruanova (en ese momento a cargo del CEVIP) y me dijo que estaban todo en el COE que funcionaba en Defensa Civil", explicó.
A su término declaró Yéssica Lioy, ex mujer de un sobreviviente de Cromañón. Lioy estaba citada a declarar el 18 de enero pero su testimonio se tuvo que reprogramar por una descompensación que sufrió en la Legislatura. A pedido de la fiscalía, la testigo relató las peripecias que vivió el 30 de diciembre cuando llegó a Cromañón para buscar a su ex pareja. "Llegué a eso de las 11 de la noche. No había ningún vallado y pude entrar al local para buscar a Claudio. Identifiqué a alguien que pensé que era él y lo saqué a rastras. Cuando intenté volver a entrar una persona que estaba en la puerta con una linterna no me dejó", sostuvo.
Y agregó: "A eso de las dos de la mañana lo encontré en la plaza junto a su primo. Los atendieron ahí y luego nos llevaron en una ambulancia -junto a dos chicos más- al Ramos Mejía. A Claudio lo dejaron en observación y un médico de la guardia nos pidió que ayudáramos a los chicos que estaban afuera o que nos fuéramos. Estuvimos tres horas aproximadamente ayudando a vomitar a los chicos y dándole agua que traían los familiares".
Según Lioy "la ambulancia tenía solo dos máscaras y las compartían". Asimismo, expresó que "cuando llegué al lugar sólo había una dotación de bomberos y una ambulancia. Todo el que llegaba entraba y generalmente salían con chicos en los brazos".
Por último, la defensa presentó como testigo a Cecilia Piñeyro, miembro de la Dirección General de Asistencia a la Víctima. Piñeyro afirmó que "se atendía a los familiares en la administración del cementerio donde se realizaba el reconocimiento fotográfico. Después se los había pasar a la cámara frigorífica para hacer el reconocimiento con la Policía".
Pese a las constantes negativas de la defensa y del presidente de la Sala Juzgadora, Julio Maier, la fiscalía preguntó una y otra vez a los testigos que hablaron sobre el cementerio y la morgue si conocían el Plan Maestro Metropolitano de Defensa Civil. Quedó claro que en ninguno de los casos los testigos conocían detalles de dicho plan "porque no tenía que ver con sus áreas".
La Sala Juzgadora entró en receso hasta las 16:30 para seguir con la toma de testimonios a Silvina Talamona y María Angélica Lobo. |