Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| Enviado miércoles, 01 de marzo, 2006 - 05:00 am: | |
URGENTE 24 horas No se entiende: ¿Qué festejaron los de Ibarra? Cuando terminó la sesión en la Sala Juzgadora de la Legislatura porteña, Aníbal Ibarra se levantó y salió del salón por detrás de la presidencia a un espacio contiguo donde lo esperaban sus amigos y colaboradores que estallaron en festejos, vivas y aplausos. Resultó una escena chocante respecto de lo que se acaba de vivir y de las propias palabras de Ibarra. ¿Acaso todo fue una actuación? El suspendido jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, dijo, sobre el final de su descargo ante la Sala Juzgadora, que "no" tiene "ánimo de revancha" y admitió "errores" en su relación con los familiares de las víctimas de la tragedia de Cromañón. "Sea cual fuere el resultado de este juicio no tengo en mi espiritu ánimo de revancha, ni cuenten conmigo para nada que sea cobrar ventaja, cualquiera sea el resultado" de la votación sobre las acusaciones, manifestó Ibarra. Dijo que perder un hijo era lo peor que podía ocurrirle a un padre y que la mejor manera de recordar a los muertos es trabajar por los que sobrevivieron. Todo fue en un tono compungido, casi dramático. Por cierto que respetable. Ibarra trataba de mostrarse con fortaleza política, después de una interrupción que duró algo más de 10 minutos por los reclamos de los familiares de los muertos en Cromañón, se mostró conmovido por los insultos y pareció hacer un "mea culpa" sobre la mala relación que mantiene con sectores de damnificados. El presidente de la Sala Juzgadora, Julio Maier, había ordenado el desalojo de los familiares. A las 19:15, más de 10 minutos después de la orden de Maier, las gradas ocupadas por el sector de familiares, terminaban de vaciarse, con la colaboración de un prominente integrante de La 12, los 'barrabravas' del Club Atlético Boca Juniors, el famoso 'Gordo' Lascri. Todo esto contrastó con lo que ocurrió después, cuando terminó la sesión. Aníbal Ibarra se levantó y caminó hacia la presidencia, para salir por una puerta ubicada detrás de donde estaba ubicado Julio Maier. Del otro lado esperaban sus amigos, colaboradores y admiradores, quienes estallaron en júbilo, aplausos y demostraciones de alegría, ignorándose qué había para festejar. Resultó contrastante los gestos y palabras que acaba de expresar Ibarra, aparentemente compungido, con lo que ocurrió minutos después, y todos los integrantes de la Sala Juzgadora se preguntaron qué había para festejar, y cuán sincero había sido Aníbal Ibarra en todo lo que acababa de manifestar. "Es como si hubiese 2 Ibarra, evidentemente. ¿Cuál es el que nos tocó escuchar?", se preguntó un legislador. |