Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| Enviado miércoles, 23 de febrero, 2005 - 05:39 am: | |
LA NACION miercoles 23 de febrero de 2005 Clausuraron diez colegios privados en la ciudad Dos primarios, siete jardines de infantes y una guardería A dos semanas del comienzo de clases, inspectores del gobierno porteño clausuraron diez colegios privados, sobre un total de 49 instituciones inspeccionadas, y elaboraron 137 actas de intimación por irregularidades en seguridad, higiene y funcionamiento. Los datos fueron suministrados ayer a LA NACION por el secretario de Seguridad, Juan José Alvarez, aunque eran desconocidos por la secretaria de Educación, Roxana Perazza, de quien dependen todos los colegios públicos y privados de la ciudad. Alvarez había anunciado que el gobierno porteño controlaría las escuelas de gestión privada al asumir en enero último, luego de la tragedia en el local bailable de Once, en la que murieron 192 personas. Los establecimientos clausurados son siete jardines de infantes, una guardería y dos colegios primarios, cuya identificación y emplazamiento fueron mantenidos en reserva por las autoridades. Los operativos hasta el momento incluyeron recorridas por Caballito, Belgrano, Núñez, Monserrat y Barrio Norte, entre otras zonas. Los inspectores encontraron serias fallas de seguridad e higiene, como la ausencia de señalizaciones, matafuegos, salidas de emergencia, tratamiento ignífugo en materiales de pisos y escaleras, además de falta de libreta sanitaria, certificados de limpieza, entre otras. “Seguiremos con las inspecciones todos los días hasta completar el total de colegios”, dijo Alvarez, conforme con la ofensiva de control. Y agregó: “Cuando terminemos la primera vuelta empezaremos la segunda y seguiremos así". Al ser consultada por LA NACION, Perazza se mostró sorprendida por la magnitud del operativo y afirmó: "No tengo información fehaciente de la cantidad de inspecciones que se realizaron ni del número de clausuras que se hicieron". En la ciudad de Buenos Aires hay 700 edificios en los que funcionan unas 1500 escuelas de gestión privada, a las que concurren más de 300.000 alumnos, el 50% del mapa escolar porteño. Funcionarios de ambas secretarías se reunieron a principios de este mes para acordar los criterios con los que se realizarían los controles. No hubo acuerdo y el personal de la Secretaría de Seguridad salió a la calle el viernes último. Ese día y el lunes, según informó el propio Alvarez, concurrieron a 83 establecimientos. Encontraron 34 cerrados -por los horarios en los que fueron- e ingresaron en 49. De éstos, 10 resultaron clausurados y, entre todos, recibieron 137 actas de intimación por irregularidades graves, como falta de matafuegos, y otras muy fáciles de solucionar, como salidas obstruidas por tachos de basura. La instrucción dada a los inspectores, según informaron, es que redacten un acta de intimación por cada infracción que encuentren. Para comenzar las clases, los colegios deberán subsanar esa irregularidad. Fajas al costado "Las clausuras no colocan fajas en las puertas, sino a un costado de la entrada, para no impedir el ingreso del personal que debe trabajar en la reparación de las falencias y de los padres que van a buscar información", dijeron fuentes de la Secretaría de Seguridad que tienen acceso a las actas de los inspectores. Mientras dure la clausura, dijeron, esos colegios no pueden seguir con las inscripciones y, para tomar exámenes a sus alumnos, deben pedir una autorización a la Dirección de Fiscalización y Control de la Subsecretaría de Control Comunal. "No todas las clausuras son por problemas de seguridad", dijo Alvarez. "Hay algunas por falta de papeles o problemas de higiene y funcionamiento. Esto es importante para no generar una psicosis en las familias sobre la peligrosidad de las escuelas", afirmó. En este punto, coincidió con la secretaria de Educación. "En la ciudad tenemos edificios en estado crítico y que responden a diferentes épocas y estilos arquitectónicos. Pero estamos muy lejos de poder dar un alerta rojo sobre el estado de los edificios escolares, tanto de gestión privada como pública", dijo Perazza. "Además, las asociaciones que reúnen a los colegios privados están muy preocupadas por colaborar con el mejoramiento de las medidas de seguridad. Así lo he constatado en las reuniones que hemos mantenido con ellos en los últimos meses", agregó la titular de Educación del gobierno porteño. Sorpresa e incomunicación Con respecto a las inspecciones realizadas por la Secretaría de Seguridad, Perazza dijo que no recibió informes sobre ellas y se sorprendió por la cantidad de inspectores comprometidos en los operativos. Asombra, también, a los funcionarios de Educación que el titular de Seguridad encare esta ofensiva de controles sin haber firmado aún una resolución para establecer criterios conjuntos entre ambas secretarías con respecto a las inspecciones en las escuelas privadas, tarea pendiente desde la gestión anterior de Juan Carlos López en Seguridad. Ayer y hoy, el medio centenar de inspectores, distribuidos en grupos de cuatro o cinco, habría visitado otros 70 establecimientos. En todos los casos se detienen a controlar las condiciones de higiene, seguridad y funcionamiento. Las que pueden determinar la clausura, además de la falta de la habilitación correspondiente, son las relacionadas con la seguridad, como las ausencias de equipos contra incendio y salidas de emergencia. "No podemos difundir los nombres de los colegios sancionados porque pueden levantar la clausura en pocos días", informó Alvarez. Para poder comenzar las clases el 7 de marzo, los establecimientos que hayan sido cerrados o recibido sanciones de los inspectores deben subsanar la falta y pedir una nueva inspección. Si la superan tendrán vía libre para empezar. Aunque luego seguirán los controles. Por Silvina Premat De la Redacción de LA NACION |