Ricardo Diez
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| | Enviado lunes, 07 de marzo, 2005 - 05:13 am: | |
CLARIN, lunes 7 de marzo de 2005
Cromañón: el juez decide la suerte de tres de los cuatro detenidos
Son el jefe de seguridad del boliche, el de Callejeros y el manager de la banda.
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A más de dos meses de la tragedia de Cromañón, donde murieron 193 personas, el juez Julio Lucini, debe resolver entre hoy y mañana si procesa por "homicidio simple por dolo eventual" a Raúl Villarreal, señalado como encargado de la seguridad del boliche de Once. El juez también decidirá la situación procesal de Diego Argañaraz, manager del grupo Callejeros, y del responsable de seguridad de la banda, Lorenzo Bussi, acusados por el fiscal Juan Manuel Sansone de "homicidio culposo".
Es a partir del pedido del fiscal que Lucini decidirá si procesa a Villarreal, quien fuera apuntado por varios testigos como "la mano derecha" de Chabán y como una persona con poder de mando dentro del local, por "homicidio simple con dolo eventual", un delito castigado con entre ocho y 25 años de cárcel que pueden ser más por la cantidad de casos fatales. Por ese mismo delito está procesado y con prisión preventiva, Omar Chabán, responsable de Cromañón.
En cambio, el fiscal pidió procesar a Argañaraz y a Bussi por "homicidio culposo", una figura que implica un pena máxima de cinco años de prisión, ya que consideró que, si bien ambos pudieron suspender el recital, no tenían dominio sobre el local como Villarreal y Chabán.
A Bussi, que fue contratado por Callejeros como jefe de seguridad para hacer los controles la noche del recital, la justicia le imputa, como a Villarreal, la responsabilidad por la ineficiencia en los cacheos que no lograron detectar la pirotecnia que originó el incendio y por el bloqueo de las puertas de acceso al local una vez iniciado el recital y en el momento del incendio. La única puerta de emergencia de Cromañón estaba sellada con un candado y atada con alambre. El manager de la banda está acusado de ser corresponsable de la organización del show, de haber emitido 3.500 entradas cuando el boliche estaba habilitado sólo para 1.031 personas, y de haber contratado al personal que falló en los controles.
En tanto, aún resta resolver la situación procesal de Yamil Chabán, hermano de Omar, para quien el fiscal Sansone había pedido una declaración indagatoria como imputado. El juez Lucini rechazó ese pedido, luego de que los ex empleados del boliche señalaran que éste tenía casi la misma responsabilidad que el gerenciador en la explotación de la discoteca. El juez alegó que por el momento no hay pruebas para imputar a Yamil Chabán, ya que éste no habría tenido responsabilidad en los hechos que desataron la tragedia.
El líder de Callejeros, Patricio Santos Fontanet, a quien Sansone había incluido dentro de la lista de declaraciones indagatorias, fue el último en presentarse espontáneamente el pasado viernes ante el juez, aunque no se descarta que sea llamado a declarar en calidad de imputado, al igual que el resto de los miembros del grupo. Fontanet acusó por la tragedia a Chabán y a Villarreal, y deslindó la responsabilidad de los colaboradores de la banda.
El jueves pasado, los integrantes de Callejeros participaron en el programa "El juego limpio", que se emite por TN. Allí, frente a un grupo de padres de muertos y sobrevivientes de la tragedia, cargaron todas las culpas sobre el dueño del boliche, al asegurar que éste les había dicho que el local podía albergar a 4.000 personas y que tenía paneles ignífugos: "Confiábamos en lo que nos había dicho Chabán en su momento. Sentimos que les advertía a la gente con insultos, pero no nos decía a nosotros 'chicos se va a prender fuego'", dijo Fontanet. |