Ricardo Diez
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| | Enviado lunes, 02 de enero, 2006 - 06:00 am: | |
CLARIN
El juicio político a Ibarra divide las aguas dentro del macrismo
Un sector quiere ir a fondo y tratar de destituir al suspendido jefe de Gobierno. Otros prefieren que sea absuelto para evitar que Macri aparezca como un golpista.
NOTA DEL ADMINISTRADOR: Por qué no preferirán ir a la verdad en lugar de especular partidariamente ?
194 muertos y cientos de sobrevivientes, no lo merece ?
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Mariano Thieberger.
mthieberger@clarin.com
En su etapa final, el juicio político contra Aníbal Ibarra por supuesto mal desempeño en relación a la tragedia de Cromañón continúa generando polémica en el interior del macrismo. Mientras algunos insisten en la necesidad de avanzar hasta el fondo para lograr la destitución del suspendido jefe de Gobierno porteño, otros sugieren que, en función del futuro político de Mauricio Macri, sería conveniente que Ibarra fuera absuelto y repuesto en su cargo.
Ya instalado en Punta del Este, y como ocurrió durante las últimas semanas de 2005, Macri no se referirá públicamente al juicio político. De hecho, hasta Gabriela Michetti, jefa de los legisladores macristas, hace rato que dejó de hablar sobre el tema.
"Lo único que vamos a hacer es aportar nuestros cuatro votos en la Sala Juzgadora, ni más ni menos. Nuestra posición está clara; los que tienen que definirse son el ARI y el kirchnerismo", le dijo ayer a Clarín uno de los dirigentes de Propuesta Republicana (PRO) más cercanos a Macri.
Con el macrismo y la izquierda del lado de la destitución y el ibarrismo y el socialismo por la absolución, el futuro de Ibarra en la Legislatura depende de la actitud que adopten los tres legisladores del Frente para la Victoria —Helio Rebot, Elvio Vitali y Sebastián Gramajo— y los dos del partido de Elisa Carrió, Guillermo Smith y Facundo Di Filippo.
Pero en PRO ya no piensan tanto en el futuro de Ibarra como en el de su jefe. Después del triunfo en la Ciudad en las elecciones de octubre, Macri quedó perfilado como uno de los principales referentes de la oposición, tanto para volver a pelear por la Jefatura porteña —como él preferiría— o para aspirar a una candidatura presidencial —como promueven otros dirigentes de su entorno—.
En el macrismo temen que la imagen del Macri "golpista" agitada por Ibarra pueda instalarse en la sociedad si el juicio político termina en destitución. "En la gente todavía prende mucho la idea de Mauricio como un tipo especulador", reconocen.
Y agregan: "Si Ibarra es destituido podría volver a instalarse la idea del golpe institucional. Ibarra podría quedar como mártir y Mauricio, como verdugo. En cambio, si Ibarra recupera el cargo la historia sería distinta."
Varios legisladores de PRO ya habían admitido que, sólo en términos de especulación política, hubiera resultado mucho más conveniente que la Sala Acusadora llegara sólo a 29 votos y no a los 30 que permitieron iniciar el proceso de enjuiciamiento. Como eso ya es pasado, ahora sólo piensan cómo hacer para quedar bien parados cualquiera sea el final del proceso.
Para eso, buscarán probar que sus legisladores actuaron convencidos de que Ibarra incurrió en mal desempeño y no con fines políticos. También confían en que la defensa de Ibarra —que anticipan "sumamente frágil"— no hará más que demostrar su responsabilidad en la tragedia. |