Ricardo Diez
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| Enviado miércoles, 04 de enero, 2006 - 07:16 am: | |
CLARIN Ibarra busca apoyo entre sus aliados y planea reunirse con Binner y Juez El suspendido jefe de Gobierno irá el viernes a Rosario a juntarse con el socialista y prepara un encuentro con el intendente de Córdoba. Además, baraja la idea de armar un nuevo partido en la Ciudad ---------------------------------- Mariana García. magarcia@clarin.com El tiempo le sobra. Pero sus contactos políticos escasean. Aníbal Ibarra quiere aprovechar sus días lejos de la jefatura de Gobierno para reflotar sus vínculos con quienes alguna vez integró el proyecto "transversal" del kirchnerismo. Y hasta se entusiasma con la idea de armar un nuevo partido en la Ciudad. Mientras prepara una reunión con el cordobés Luis Juez, el viernes viajará a Rosario para una charla pendiente con el socialista Hermes Binner. El 14 de noviembre, la Sala Acusadora de la Legislatura porteña resolvió suspenderlo en su cargo e iniciarle un juicio político para juzgar su responsabilidad en la tragedia de Cromañón. Desde entonces, Ibarra decidió que era tiempo de "retomar la política", dicen sus voceros. El viernes, partirá a Rosario para reunirse con el ex intendente Binner, un viejo aliado con quien compartió sus días en el Frepaso, y quien ha rechazado públicamente el juicio político. En la Ciudad, el socialismo se ha convertido en uno de sus principales sostenes en la Legislatura. Aunque todavía no tiene fecha, Ibarra también está preparando para después del 20 de enero una reunión con el intendente de Córdoba, Luis Juez. Los tres —Ibarra, Binner y Juez— conformaron en el comienzo de la gestión de Néstor Kirchner el polo de intendentes transversales. Entonces, el incendio en Cromañón no había ocurrido y el Presidente —recién asumido— lo apoyaba sin tapujos. El intento transversal no avanzó más allá de la foto, pero los contactos continuaron. Ibarra también busca aceitar sus vínculos con el kirchnerismo. Es que el bloque de la Legislatura no tiene una posición común frente al juicio político. Por un lado, se encuentra el llamado "oficialismo" que lidera el presidente de la bancada, Diego Kravetz, quien responde a Vilma Ibarra, hermana del jefe de Gobierno y quien en verdad se ocupa de la relación con los kirchneristas porteños. Este sector ya se definió en contra de la destitución. El problema es que existe otro grupo, el de los rebeldes, que comanda Miguel Talento. Son ellos los que no están dispuestos a seguir la disciplina partidaria, y dos de ellos, Helio Rebot y Elbio Vitali, integran la Sala que juzgará a Ibarra. Ellos todavía no tienen una posición tomada. Con sólo dos legisladores absolutamente confiables en la Sala Juzgadora —el socialista Norberto La Porta y la ibarrista Laura Moresi—, la relación con el kirchnerismo resulta vital para Ibarra. Por eso, el jefe de Gobierno intenta que nada altere los reuniones que suele mantener tanto con Kravetz como con Talento. En la agenda de Ibarra también figura el intendente de Morón, Martín Sabatella, otro viejo cono cido de sus días en el Frepaso. Esta semana, además, lo visitó otro ex frepasista, Eduardo Sigal, subsecretario de Integración y Mercosur, y actual presidente del Frente Grande —o de lo poco que queda de la fuerza que una vez lideró Chacho Alvarez—. Desde hace días, por la cabeza de Ibarra ronda una idea: armar un nuevo partido que agrupe a los retazos que hoy conforman el ibarrismo, desde los que vienen del Frente Grande hasta apoyos sueltos de La UCR y el PJ. Dos semanas atrás, los ibarristas realizaron un congreso en el que el suspendido jefe de Gobierno hizo una fuerte autocrítica y reconocía uno de los errores que más se le reprochan en los cinco años que lleva al frente de la Ciudad: el haber despreciado el armado de una estructura. Allí, también había admitido que el llamado "ibarrismo" no tiene una vida independiente de la administración porteña. Sus voceros señalan que Ibarra reconoce que Cromañón primero y el juicio político después lo sorprendió sin una red de apoyos. Por esa razón, ahora busca rehacer una construcción más allá de cuál sea el veredicto. |