Ricardo Diez
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| Enviado martes, 10 de enero, 2006 - 09:29 am: | |
CLARIN Ahora es obligatorio controlar los boliches una vez por mes La inspecciones no tenían hasta el momento una normativa que estableciese la periodicidad. También se acentúa la presión sobre pubs y bares. Además, los inspectores deben cumplir una estricta rutina. ------------------------------- Horacio Aizpeolea. haizpeolea@clarin.com Una vez al mes, sí o sí. Una resolución del Gobierno porteño ordena, a partir de este año, a inspeccionar los boliches bailables, como mínimo, cada treinta días. Si bien los controles —bien o muy mal hechos— formaron parte de las ruti nas de distintas administraciones, jamás se había explicitado en la letra de alguna norma la obligatoriedad de cumplirlos con estricta periodicidad. La tragedia ocurrida en el boliche República de Cromañón, hace poco más de un año, entre sus muchas consecuencias, también tuvo su incidencia en la normativa que regula la noche porteña. Uno de los cambios fue la creación del Registro Público de Lugares Bailables: a lo largo de 2005 quedaron registrados —al cumplir, a su vez, las nuevas exigencias— 68 boliches. Antes de Cromañón, según el Gobierno porteño había 105 boliches; según una cámara empresarial que los agrupa, funcionaban "más de 200". La flamante resolución 56, dictada por el secretario de Seguridad del Gobierno de la Ciudad, Diego Gorgal —el joven funcionario que llegó tras Cromañón a la administración Ibarra, de la mano del duhaldista Juan José Alvarez, a quien sucedió en el cargo— "institucionaliza" la periodicidad de los controles a los boliches. También acentúa la presión sobre los pubs, bares, y fiestas clandestinas, donde se desarrollan bailes sin la habilitación exigida. "¿Así que ahora van a controlar los boliches una vez al mes? Bueno, no hay problema. A nosotros nos vienen controlando todos los fines de semana", dijo a Clarín Maximiliano Lartigue, relacionista público del boliche Museum, que funciona en San Telmo. Otro dueño de un boliche registrado cree ver un avance en la nueva normativa: "Mientras a mí me controlan con lupa, hay otros a los que siempre le hacen la vista gorda; quizás ahora, con la obligación de tener una inspección al mes, por la ahí la cosa se vuelve más pareja". La resolución también fija que, al menos cada 90 días, los boliches bailables tienen que recibir una "inspección integral": la diferencia con la inspección mensual, es que la "integral" se hará de día, sin que haya gente. "Con esto garantizamos una inspección a fondo, a luz del día, sin tener la gente dentro", argumentó un funcionario del área. Los puntos a chequear ("check list", dicen en la Secretaría) también se formalizaron en unas planillas. "Los inspectores deberán seguir la rutina de la planilla. Si bien esos puntos se chequeaban (matafuegos, personal de seguridad registrados, salidas de emergencia, entre otros), ahora no habrá margen para ningún descuido", explicó Gorgal. Durante el año pasado, sobre todo en la segunda parte, hubo 370 clausuras sobre 320 locales (la mayoría bares y pubs). "Esos 320 locales integran una base de trabajo y constituyen el mapa sobre el que se abocarán las inspecciones". agregó el funcionario. Fuentes del Gobierno porteño admitieron que antes del episodio Cromañón, "no existía una normativa que fijara la periodicidad de los controles de habilitación y verificación". El artículo 5º de la resolución les impone a los inspectores una tarea que —resulta increíble— deba serles marcada taxativamente por una norma: informar a los fiscales contravencionales la presencia en un boliche de menores de 18 años después de la medianoche. También deberán llamar a los fiscales, de probarse la venta de bebidas alcohólicas a menores, cualquiera sea el horario. "El inspector no está habilitado para pedir documentos. ¿Cómo se comunica con un fiscal? Como le puede hacer cualquier vecino, llamando al número 0800-3334-7225", dijo Gorgal. Con este nuevo instrumento en la mano, en la Secretaría de Seguridad dicen que van por más: apuntan a modificar el Código de Faltas, para elevar las sanciones contra los dueños de boliches que sobrepasen la capacidad permitida o no cumplan con las medidas de seguridad exigidas. |