Ricardo Diez
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| | Enviado jueves, 19 de enero, 2006 - 06:48 am: | |
NOTICIAS URBANAS
"Yo estoy muerta con Gabriela"
Amelia Borrás es sobreviviente de la tragedia de Cromañón y madre de un víctima y otra sobreviviente. Fue la tercera en declarar en el proceso de juicio político que se le sigue a Aníbal Ibarra en la Legislatura porteña y su testimonio conmovió a casi todos los presentes en el recinto. Borrás criticó duramente la actuación del SAME y aseguró que "si las cosas se hubieran hecho como se tenían que hacer no hubieran muerto tantos chicos"
Por Alejandra Lazo
Continúa la toma de testimonios en el marco del proceso de juicio político que se le sigue al suspendido jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. En esta oportunidad, se escuchó el duro testimonio de una sobreviviente de la tragedia de Cromañón quien se presentó a declarar con la ropa que utilizó el 30 de diciembre de 2004. Amelia Esperanza Ramela de Borrás concurrió al recital de Callejeros con su hija Cintia (16 años) y su hija Gabriela (15 años), quien falleció la noche de la tragedia.
Borrás contó con lujo de detalles y mientras sus lágrimas se lo permitieron todo lo ocurrido el 30 de diciembre. Tan fuerte era el testimonio que el diputado Jorge Enríquez, uno de los tres fiscales que debe sustanciar la acusación contra Ibarra, le dio la opción de que concluyera su relato. Sin embargo, Borrás decidió continuar en medio de su llanto y el de todos los familiares presentes.
La madre de Cintia y Gabriela explicó cómo Omar Chabán había pedido que dejaran de tirar bengalas porque iban "morir todos asfixiados como en Paraguay porque hay una sola salida", el corte de luz que se produjo ni bien se produjo el incendio, el recorrido por los hospitales buscando a las víctimas y el descontrol que se produjo fuera del local bailable para el traslado de los heridos.
En el final de su exposición, Borrás afirmó sobre la actuación del SAME: "Si las cosas se hubieran hecho como se tenían que hacer no hubieran muerto tantos chicos. Yo estoy muerta con Gabriela pero voy a luchar para que se haga justicia".
Ni bien terminó su testimonio, Borrás devolvió el pañuelo que le había prestado el Subsecretario Parlamentario de la Legislatura y les pidió perdón a todos por haber subido el tono de voz durante su alocución. Evidentemente preocupado, el presidente de la Sala Juzgadora, Julio Maier, se acercó para ver en qué condiciones estaba la testigo, mientras los familiares de las víctimas que estaban en recinto gritaban: "Vos no tenés que pedir perdón por nada, ellos nos tienen que pedir perdón". |