Ricardo Diez
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| Enviado miércoles, 08 de febrero, 2006 - 05:07 pm: | |
NOTICIAS URBANAS "Si alguien debía pagar, entendí que debía ser yo" Luego de cinco horas de declaración, terminó el testimonio del ex secretario de Justicia y Seguridad Urbana, Juan Carlos López, en el proceso de juicio político al suspendido jefe de Gobierno. López acusó a la policía de "proteger" el boliche Cromañón, realizó una profunda autocrítica de su gestión frente al área, deslindó responsabilidades de Aníbal Ibarra y afirmó entre lágrimas que aún lo "amarga" la cantidad de muertos y que esos chicos lo "van a seguir toda la vida" Por Alejandra Lazo Sin duda, era uno de los testimonios más esperados tanto por la acusación como por la defensa y no tuvo desperdicio. En la jornada del juicio político que se le sigue al suspendido jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, por la tragedia de Cromañón, le tocó el turno al ex secretario de Justicia y Seguridad Urbana, Juan Carlos López, quien declaró por un lapso de cinco horas (sin contar el cuarto intermedio de 30 minutos realizado luego de que preguntara la fiscalía y la defensa). La fiscalía le realizó un largo interrogatorio a cargo del diputado Jorge San Martino (Recrear) al que López contestó tranquila y acabadamente. Durante el extenso cuestionario, se dejó sentado que López cuando fue Procurador de la Ciudad (hasta diciembre de 2003) realizó una serie de sumarios a locales de baile que no cumplían con la normativa vigente pero cuando fue Secretario de Justicia y Seguridad Urbana esos lugares siguieron funcionando. El ex funcionario -que asumió en el cargo el 11 de diciembre de 2003- reconoció que nunca se pudo controlar al cien por cien las denuncias que se efectuaban en el área. "No apoyé seguir con las rutinas de inspecciones porque eso favorecía que los inspectores tuvieran zonas de trabajo. Yo siempre fui proclive a cambiarlas", señaló. López señaló que cuando asumió "había un ruido muy fuerte y duro de corruptela, algo que creo que cambiamos con los nuevos inspectores. Mi sensación el 30 de diciembre es que faltaba muchísimo por hacer pero a pesar de la nueva estructura hasta el 2003 se realizaban 40.000 inspecciones al año y con chicos sin experiencia, que tenían que ir de a dos para aprender, en el 2004 se llevaron a cabo 16.000 inspecciones y se labraron 19.000 actas. Además, se pasó de realizar 388 clausuras durante el 2003 a llevar a cabo 1.400 en el 2004". Consultado respecto a si tenía los elementos y personal suficiente, López sostuvo en dos oportunidades: "Tenía los que había. Se fue comprando todo lo que se pudo comprar y no tuve grandes quejas". López afirmó: "Me enteré en marzo que 20 de los 40 inspectores habían estado trabajando durante enero y febrero sin credenciales porque estaban vencidas. Nadie me lo informó antes". Asimismo, aseguró que hasta antes de empezar su gestión "se trabajaba en forma burocrática en lo que hace a locales de baile, teatros y cines" y que "Cromañón era un lugar protegido por la Policía y esa protección consistía en dejar afuera a los inspectores. Nunca apareció de modo formal o informal como un lugar problemático". En el mismo sentido, aclaró: "Durante mi gestión no hubo ninguna inspección al lugar, salvo la fallida de febrero (sic)". López se refirió a la inspección que se ordenó realizar en marzo de 2004 al local a raíz de una denuncia realizada por la Comisaría 7ª pero nunca se pudo realizar porque el inmueble se encontraba cerrado. El testigo también dijo conocer que "estaba proliferando el baile en un montón de lugares que no estaban habilitados para eso" y que los locales de baile con certificado de bomberos vencido "debían haber estado clausurados". Durante la última pregunta de la fiscalía, López se quebró y entre lágrimas manifestó: "La realidad es que me tocó vivir una catástrofe impensable y yo creo que me debe haber quedado grande. Los grandes funcionarios deben contribuir a resolver los conflictos y cuando me pasó decidí renunciar sabiendo que esto iba a ser objeto de debate y sin imaginar que iba cometer un error político enorme que quizás abrió las puertas del infierno para un Gobierno". Y agregó: "El Gobierno de Ibarra me dio todas las herramientas para trabajar y siento que personalmente me pude haber comido esta protección que el lugar tenía. La realidad dirá si yo me equivoqué y por esto va a tener que pagar Ibarra, lo que me parece totalmente injusto y sin precedentes. Aún me amarga la cantidad de muertos, y esos chicos me van a seguir toda la vida. Esos muertos merecen un mejor debate en la sociedad argentina sobre por qué no cuida mejor a sus jóvenes y por qué el Estado está siempre detrás y nunca delante de los hechos". Durante todo el testimonio, López afirmó en varias oportunidades "esto lo averigüé después" haciendo referencia a temas que desconocía antes de tener que presentarse en la Justicia a raíz de Cromañón. EL TURNO DE LA SALA JUZGADORA Fueron varias las preguntas que realizaron los miembros de la Sala Juzgadora, pero pocas las que lograron desestabilizar mínimamente el aceitado discurso de López y la solidez con la que había respondido los cuestionamientos realizados hasta el momento. El ex cuñado de Ibarra insistió en que él era "la máxima autoridad de aplicación del área" y añadió: "Conté con todos los medios para trabajar y si alguien debía pagar por lo sucedido siempre entendí que debía ser yo. No es porque tenga ninguna intención de cargarme esto sino porque entiendo que así lo marca la ley". Ante una pregunta formulada por la diputada María Florencia Polimeni (Guardapolvos Blancos), López aclaró que "no se tardó en identificar los muertos. En la madrugada del 1 de enero sólo quedaban 30 cuerpos sin identificar. La noche del 30 de diciembre pasó de todo y se cometieron errores pero por la magnitud de la tragedia y la desesperación de los familiares que no era compatible con la paciencia". El último diputado en preguntar fue el kirchnerista Helio Rebot, el único en incomodar a López. A raíz de sus preguntas, el ex Secretario de Justicia y Seguridad Urbana reconoció que "la designación de los subsecretarios del área se lleva a cabo mediante un decreto del Jefe de Gobierno, pero ninguna designación se hizo sin mi acuerdo". Asimismo, sostuvo que en la Ciudad existía "cerca de media docena de locales con la capacidad de Cromañón y sus características" y que "no tenían un seguimiento particular". Según el ex funcionario "el único modo de entrarle a estos lugares era con la Policía y me costaba muchísimo movilizarla. La Policía no era nuestra ni de cerca". Luego de esta afirmación, Rebot le preguntó por qué aseguraba que Cromañón contaba de una "protección policial", y López afirmó que se guiaba por la causa judicial por la que se ha procesado sin sentencia firme a policías por hechos de corrupción. "La realidad es que las pruebas que hay hoy indican que la Policía que estaba en el lugar y tenía las atribuciones para actuar no lo hizo ese día ni ningún otro día anterior porque cobraba. Esto dice el juez, no lo digo yo. Hubiera pagado por tener una inspección previa y tener una excusa formal, pero la verdad es que esto no pasó. Sin embargo, me parece que hay una diferencia muy grande porque hoy nadie me ha demostrado que hubiera hechos de corrupción en mi área, y hoy la Policía está acusada de un hecho doloso", expresó. Frente a lo cual, Rebot explicitó: "Usted está procesado en primera instancia por este hecho por homicidio culposo, por lo que no logro entender si usted basa su conclusión de la responsabilidad policial en la tragedia en el procesamiento de la Justicia, siendo el máximo responsable del área, siguiendo su razonamiento ¿yo debería concluir que también es responsable porque también está procesado?" Por último, López dijo: "Entiendo que la individualidad de este hecho que creo que es una tragedia en cuanto a su resultado pero es un hecho que desprovisto de ese resultado no pasa de ser algo menor. Pero previo a esto formaba parte de las contravenciones que la Policía se negaba a trabajar. Esta Legislatura va a volver a ver el local y se va a dar cuenta que está chamuscado, que un lugar que ni siquiera se dañó en serio produjo este desastre. Ese local si mañana se pinta, puede volver a funcionar". Y agregó: "Si se me hubiera ocurrido que este desastre hubiera podido ocurrir habría salido corriendo de la función pública porque no me gusta esta carga. Lo que sí debe decir es que este país era uno antes de Cromañón y hoy ni siquiera es otro. Somos más o menos los mismos, un poco más prolijos con un año de quilombo". |