Ricardo Diez
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| Enviado sábado, 04 de marzo, 2006 - 11:35 am: | |
LA NACION Ibarra afirmó que su "futuro no depende del Presidente" El suspendido jefe de gobierno dijo a LA NACION que "aún no hay nada definido" Cuando faltan tres días para que se vote si es destituido o no, cree que "seguramente varios legisladores ya tomaron una decisión" Críticas de Macri "Seguramente, varios legisladores ya tienen en la cabeza el voto que emitirán, pero de ninguna manera creo que ya esté todo dicho. La decisión que tome cada uno, mi futuro, depende ahora de muchos factores, como las instrucciones políticas que se den." El día después de que unas 20.000 personas marcharan en su apoyo hacia la Plaza de Mayo, el suspendido jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, habló con LA NACION sobre su situación, cuando faltan pocos días para conocerse el fallo de la Legislatura con relación al juicio político que se le sigue en su contra. Tranquilo, reflexivo, y escéptico a pronunciar algún vaticinio, el funcionario aseguró que "si los legisladores piensan sin presiones ni miedos ni amenazas, no habría dudas sobre mi continuidad. Y debería ser por unanimidad. Pero acá hay muchas cuestiones políticas de fondo y por eso no se sabe cómo terminará esto". Consultado sobre si su suerte depende del apoyo que pueda darle el presidente Néstor Kirchner, Ibarra fue explícito. "Lo que pase conmigo no está en manos del presidente [Néstor] Kirchner ni de nadie en particular. Con el gobierno nacional tengo el contacto que he tenido siempre, ni más ni menos. He estado en varios actos institucionales en la Casa Rosada, pero nada más ni nada menos que esto", agregó. Con el firme propósito de transitar los días previos al fallo que emitirán este martes los legisladores "con la misma calma de siempre", el suspendido jefe de gobierno se refirió a las nuevas denuncias presentadas ayer por familiares de víctimas de Cromagnon ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (sobre lo que se informa por separado). "Todos saben de antemano que estas denuncias son absolutamente falsas. Un verdadero disparate. Pero se llevan adelante con la única intención de que aparezcan escritas en los diarios de hasta el martes", aseguró. El suspendido jefe de gobierno fue consultado sobre si el adelanto de la votación decisiva, prevista originalmente para el viernes 10, al martes 7, cambiaba en algo su situación, ante lo que respondió: "No. Si bien las cosas están definidas en la conciencia de alguno de los legisladores, todavía falta. Y dependerá de muchos factores, como las presiones políticas que entren en juego". Satisfecho por la convocatoria alcanzada en la marcha en su favor, anteayer, y dispuesto a sostener sus verdades, Ibarra cargó, una vez más, contra el sector político que lidera Mauricio Macri. "El macrismo presiona y amenaza a legisladores para que voten por la destitución. La sociedad espera recuperar el tiempo perdido y esta cacería política le hace muy mal", dijo. "Operación política" Precisamente, el diputado nacional y líder del Pro, Mauricio Macri, consideró ayer que la movilización que se realizó a Plaza de Mayo no fue genuina. "Lo que vimos ayer fue una gran operación política, una gran movilización política, coherente con el anuncio que hizo [Elisa] Carrió hace unos días sobre que el suspendido jefe de gobierno utiliza el aparato del Estado para hacer campaña a favor de él", dijo Macri. El diputado consideró que la movilización fue apoyada "por una parte importante de la corporación política y de la corporación de la comunicación, llevando adelante un mensaje que es absurdo". Macri desestimó, luego, la denuncia de Ibarra, que afirmó reiteradamente en los últimos días que su eventual destitución sería "un golpe institucional". "¿Dónde está el golpe?", se preguntó el líder de Pro. "Acá hay un jefe de gobierno que está trabajando, que se llama [Jorge] Telerman, y si la Sala Juzgadora decide destituirlo no cambia nada, no hay elecciones", agregó. Por Pablo Tomino De la Redacción de LA NACION |