Queremos que cada ciudad del país con... Log Out | Temas | Buscar
Moderadores | Editar Perfil

Florencia Laura Diez » Introducción y Noticias » Noticias archivadas cronologicamente » -Noticias Año 2006 » -Noticias desde 1/abril/2006 hasta 30/junio/2006 » Queremos que cada ciudad del país conozca a cada chico y su proyecto « Previo Próximo »

  Discusión Último Remitente Enviados Páginas Último mensaje
  Comenzar Nueva Discusión        

Autor Mensaje
Ricardo Diez
Username: Ricardodiez

Registrado: 1-2005
Enviado lunes, 08 de mayo, 2006 - 11:58 am:   

LA MAÑANA DEL SUR- NEUQUEN - 8 DE MAYO - Familiares de Cromagnon en Neuquén:
«Queremos que cada ciudad del país conozca a cada chico y su proyecto»

Padres de las víctimas visitaron la capital con un mural fotográfico para que haya memoria y la tragedia no quede en una mera suma estadística. «Con cada chico que perdió la vida el 30 de diciembre, murieron proyectos cargados de vida», dijo una de las mujeres presentes.

Neuquén - Calmos, pero con una herida que no cicatrizará jamás. Conocedores de la realidad del país, pero con enormes ganas de luchar y encontrar justicia. Partidos por dentro; enteros por fuera. Así se los vio a los familiares de Cromagnon que, con motivo de su recorrida por el país, estuvieron en esta ciudad compartiendo con los neuquinos las historias y vida de las 194 víctimas fatales de aquel 30 de diciembre de 2004 en el boliche de la ciudad de Buenos Aires.
Durante su estadía, los cinco representantes integrantes del grupo “En memoria y justicia por nuestros chicos” brindaron charlas en la Universidad Nacional del Comahue (UNC), en instituciones escolares y llevaron a cabo una muestra fotográfica en “La Pergolita”, ubicada frente al Monumento a San Martín.
“El objetivo de la visita fue presentar una muestra fotográfica con la vida de los chicos intentando que dejen de ser sólo una estadística y que la gente conozca sus rostros e historias tal cual lo fueron; es decir, llena de proyectos, vidas y con objetivos personales a cumplir”, expresó Jorge Díaz, padre de Florencia Soledad, quien perdió la vida con 16 años.
“De esta manera intentamos que la gente tome conciencia de que cuando una vida se pierde, no debe formar parte de una estadística, como lo fue en el caso de Tartagal, Rosario y los años del ‘proceso’; sino que con cada chico que perdió la vida el 30 de diciembre, murieron proyectos cargados de vida. Fue el abandono de compañeros de ruta para la vida de la sociedad”, completó Mirta Fabre, integrante del grupo.
La visita, además, sirvió para comprobar que la información que existe en cada vecino argentino “no es más que la que transmiten ciertos medios de comunicación. Es necesario que se conozca la verdad y comience a caminarse bajo el compromiso de que Cromagnon puede pasar en cualquier lado e involucrar a cualquiera de nosotros”, agregó Fabre.

«Vidas robadas, sueños en marcha»

Esta iniciativa ya recorrió varias ciudades de la provincia de Buenos Aires y Rosario, y dará continuidad en la provincia de Santiago del Estero, Chubut y La Plata.
La muestra es conocida como “Vidas robadas, sueños en marcha”, y recorre la historia personal de todos los chicos que formaron parte de la trágica madrugada de fin de año de 2004. Durante las charlas, también presentaron tres documentales: “Retrasos de la memoria”, realizado por la Facultad de la ciudad de Palermo (Buenos Aires); y dos sobre el movimiento que surgió a partir de Cromagnon.
La visita a Neuquén tuvo la particularidad de ser elegida porque, para ellos, es “una de las provincias del país más combativas llevando los hechos que suceden hasta sus últimas consecuencias, avanzando contra la impunidad y derribando todo tipo de corrupción”, expresó Díaz.

Una lucha intensa

La búsqueda de justicia y equidad es lo que los mueve. “Somos conscientes de la realidad que se vive con la Justicia argentina, pero no dejaremos de patear la calle hasta que la corrupción e impunidad deje de existir. Este objetivo es una promesa que le hicimos a cada uno de nuestros hijos y lo cumpliremos hasta el final”, dijo Jorge Díaz.
“Dios nos puso en el camino iniciado por las Madres de Plaza de Mayo para que seamos sus sucesores y tomemos la posta. La aceptamos, pero no dejamos de reconocer lo que ellas transitaron. Nosotros denunciaremos la impunidad recordando, en primer lugar, a nuestros hijos. Somos conscientes de que en algún punto Cromagnon sirvió para que, mínimamente, cambien algunas cosas de la realidad de nuestro país teniéndose presente la tragedia”, sentenció.
La calidez de los neuquinos sirvió para que se sintieran cómodos, acogidos y regresaran a Buenos Aires proyectando una nueva visita antes de fin de año. “Nos sentimos muy bien y con demasiado interés de parte de los neuquinos para saber la verdadera historia de lo que todos llaman Cromagnon. Y eso no es más que la vida de 194 víctimas fatales; más otros cientos que se salvaron, y todos los familiares que luchan y lucharán hasta hallar la verdadera justicia. Justicia que hasta el momento está detenida”, concluyeron.

«A veces espero encontrarla a la vuelta de la esquina»

Jorge Díaz recordó, junto a este diario, aquella trágica madrugada. “Comencé a enterarme de lo que sucedía a través de la televisión y, como mi hija estaba en el lugar, me acerqué hasta la zona, pero el acceso era imposible. Entonces, opté por comenzar con el recorrido hospital por hospital, acompañado por familiares y amigos del entorno”, recordó Jorge Díaz con voz entrecortada.
“Después de un día y medio de incertidumbre me enteré, en la Chacarita, lo peor al reconocer el cuerpo de mi hija”, agregó.
Florencia Soledad Díaz tenía 16 años y luchaba para que la sociedad se vea feliz; con lo cual, el encontrarse con la trágica noticia fue todo un durísmo golpe en la vida de Jorge. “Fue lo peor; más aún si le sumo que nunca pude despedirme de ella. Esto será un dolor que tendré permanente y que nunca se curará”, remarcó.
“En todo momento pensé con encontrarla viva. Hasta pasaron muchos días después del entierro en que la busqué y pensaba encontrarla a la vuelta de la esquina. No puedo creer que me haya pasado lo que me sucedió. Busco justicia y le prometí a ella en su tumba que lucharía para cambiar esta situación. Justicia por todo; por la impunidad y la irresponsabilidad que reina en este país, y no por ella sola, sino por los 194 que nos dejaron”, dijo.
“Voy a hacer lo imposible para que su muerte no quede en vano, porque era una chica que concebía la vida de manera especial y ayudaba en los conflictos”, concluyó.
Díaz tiene en claro que la justicia no es fácil de hallar, pero iluminado por la sonrisa de Florencia y caminando con los pinceles dejados por su hija, amante de la pintura y el arte, la lucha es posible.

«Es difícil vivir, cuando murieron 194»

Sonia Cansinos salvó su vida de milagro y reconoció que debe luchar para encontrar justicia por todos ellos. «Estuve consciente entre 15 y 20 minutos a pura agonía y sufrimiento», reconoció la joven de Buenos Aires.

Es increíble con la claridad que habla Sonia Cansinos, con tan sólo 23 años y mucho sufrimiento en su vida. Es que por su mente transitan una a una las horrendas imágenes de aquel 30 de diciembre del año 2004, cuando Cromagnon se convirtió en tragedia y fue invadido con gritos, corridas, llantos, ahogos y mucho desconsuelo. Ahí adentro vivió momentos de tremenda angustia, nerviosismo y estuvo durante varios minutos tirada en el piso junto a cuerpos sin vida. El destino la mantiene viva, mientras que los 194 jóvenes que concurrieron a ver un recital y encontraron el triste final, la mueven en búsqueda de justicia viviendo el día a día de manera especial.
Para ella es imposible hablar de su presente sin hacer referencia a aquella madrugada. «Desde aquel día nunca más nada será igual en mi vida; eso es inevitable», remarcó. Y de inmediato agregó: «Hago miles de cosas que antes no hice, pero todo es muy diferente. Para mí, mi vida, mis proyectos y mi modo de ser murieron el 30 de diciembre junto a los chicos. Uno sabe que está transitando por un duro proceso, pero a la vez me siento muerta en vida», reconoció una de las sobrevivientes.
Sonia se considera una fiel luchadora y lo demuestra diariamente a través de sus ganas de seguir construyendo cosas para cambiar la historia del país. Pero reconoció que en principio se sintió culpable por no haber muerto. «Todo lo que vivimos es difícil de expresar con palabras. Fueron días de tremenda angustia sin poder despejarme del hecho de haberme quedado viva cuando murieron 194. Fue difícil seguir adelante, pero el apoyo de mi familia, el estudio y los afectos fueron fundamentales para comenzar a vivir nuevamente», remarcó la joven de Martín Coronado, Buenos Aires.
«Junto a todos ellos murió mi ingenuidad. Yo antes tenía la teoría de decir que era feliz, a pesar de vivir momentos terribles. Y lo dije en situaciones horrorosas y horribles, porque para mí dentro de la felicidad había cosas malas. Pero desde aquella madrugada jamás podré repetir que soy feliz, ya que me hice menos sensible al dolor, cambié de humor, vivo con bronca; en fin, soy otra dentro del mismo cuerpo», agregó Cansinos, quien es parte activa del grupo que estuvo visitando la capital neuquina, con el objetivo de que la sociedad conozca la historia y vida de los chicos de Cromagnon.

La noche y el rescate

Para Sonia Cansinos, al igual que para muchos, era la primera vez que entraba a Cromagnon. «Siempre que uno paga algo, es para disfrutarlo y no piensa que pueda sucederle cosas como lo que sucedió», dijo.
Todo fue cuestión de segundos. «Enseguida que entré, salió Chabán a decir lo que más tarde nos pasó. Empezó a cantar Pato (Callejeros) y ya los tres tiros estaban en el techo. En ese momento una de mis amigas dijo: ‘Salgamos que esto se prende fuego’, pero no le hicimos caso y nos quedamos. En ese instante veo las tres bolitas de fuego (Candelas) y en menos de diez segundos cortaron la luz, momento en que comenzó la combustión y la confusión de los presentes», rememoró con claridad.
«Yo intentaba bajar y otros subir –continuó-. Al no conocer el lugar, empecé a sentir que me moría. Recuerdo que estuve consciente entre 15 y 20 minutos a pura agonía y sufrimiento. Lo último que me acuerdo es que me desmayé y sentí que me quemaba por dentro».
«A las 0.30 Roberto, un hombre que venía de trabajar y ayudó en el rescate, me sacó. Estaba entre una montaña de cuerpos sin vida y, según lo que él me contó, le dio lástima porque me encontraba debajo de un caño. Al sacarme de esa situación notó que moví el brazo, le pedí agua, y ahí reaccioné», rememoró Sonia.
«Dios quiso que siga en esta vida, pero para ello debo luchar y trabajar para llegar a la justicia por los 194 que hoy no están», concluyó.

Agregue su Mensaje Aquí
Envío:
Negrita Itálica Subrayado Crear hiperenlace Insertar una imagen prediseñada

Username: Información de envío:
Esta es un área de Discusión privada. Sólo los Usuarios Registrados y los Moderadores pueden enviar mensajes desde aquí.
Password:
Opciones: Permitir código HTML en el mensaje
Actvar URLs automáticamente en el mensaje
Acción:

Temas | Últimas 24 horas | Última Semana | Árbol | Buscar | Ayuda/Instrucciones | Créditos Administración