Ricardo Diez
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| Enviado lunes, 31 de enero, 2005 - 07:45 am: | |
CLARIN, domingo 30 de enero de 2005 Bajo la lluvia, una multitud reclamó justicia por Cromañón La protesta fue el acto central a un mes del incendio en el boliche de Once. Hubo diferencias entre los familiares. Un grupo quiso mantenerse en silencio. Otros, en cambio, insultaron a Ibarra y a Chabán. -------------------------------------------------- A un mes exacto de la tragedia de Cromañón, una multitud volvió ayer a movilizarse para exigir justicia. Fue la protesta una de las más numerosa de todas las que se realizaron en la últimas semanas: pese a la lluvia —no fue intensa pero si permanente— la marcha tuvo más de siete cuadras de extensión. Muchos familiares de las víctimas volvieron a reclamar la renuncia de Aníbal Ibarra. No hubo incidentes durante toda la marcha. Ayudó, por un lado, el control realizado por los propios familiares y amigos de los 191 muertos. Evitaron, por ejemplo, que algunos le tiraran objetos a los policías que custodiaban la Jefatura de Gobierno. También la tarea disuasiva de la Policía pareció haber dado resultado: toda la zona de Plaza de Mayo lució tomada por uniformados de la Guardia de Infantería, tanquetas, patrulleros y camiones hidrantes. La marcha arrancó a las 18 desde la esquina de Ecuador y Mitre, a pasos nomás de Cromañón. Enseguida quedó al desnudo que había diferencias entre los familiares de los muertos. Algunos pretendían que toda la marcha fuera en silencio: "Si vamos callados, los políticos se van a molestar más. Y eso va a ser beneficioso para los chicos que nos miran desde el cielo", propuso, megáfono en mano, un padre. Ahí nomás, sin embargo, una chica agarró ese mismo megáfono y se puso a corear "Escuchenlo, ni una bengala ni el rockanroll a nuestros pibes los mató la corrupción". El abogado José Iglesias, papá de Pedro, una de las víctimas, fue entonces a reclamarle a esa chica que se callara. Tras insistir bastante, la convenció de que no siguiera cantando. Durante las primeras cuadras la cabeza de la marcha fue en silencio, tal como pretendían Iglesias y familiares de otras víctimas que marchaban a su lado. Pero en la esquina de Rivadavia y Paso muchos empezaron a plantear que, sin cánticos, la protesta perdía fuerza. Y se largaron a cantar con todo: "Ibarra, Chabán, la tienen que pagar". Ahí en la cabeza marchaba la mamá de Gabriela Borrás, la chica de 15 años que logró escapar de Cromañón apenas empezó el incendio pero volvió a entrar creyendo que su madre —que ya había salido— aún estaba dentro del boliche. No salió. "Dios me la llevó —dijo—. Tengo recuerdos hermosos..." y se quebró. La mujer llevaba un cartel con la foto de su hija. Por todos lados se veían carteles con los nombres y fotografías de todos los muertos. Durante la marcha, muchos comentaban un dato: que este jueves se vencen los plazos procesales y que, entonces, la jueza de Instrucción María Angélica Crotto deberá levantar ese día el secreto de sumario en la causa. También ahí algunos se enteraron de que de la plaza de Tapiales, partido de La Matanza, acababa de partir una manifestación de la que participaron algunos de los miembros de la banda Callejeros. En esa protesta —que terminó en Villa Celina— la gente marchó bajo las consignas "renuncia y cárcel para Ibarra; basta de culpar a Callejeros". La banda es originaria de Villa Celina. Los ex trabajadores de Cromañón también se movilizaron ayer. Estuvieron en el cementerio de La Chacarita para recordar y homenajear a Patricia González, la compañera que murió en el incendio. Después, los ex trabajadores fueron a la marcha convocada por los familiares de las víctimas aquí en Buenos Aires. La gente unió las 25 cuadras que separan la Plaza Once de la de Mayo en una hora y media. Durante todo el trayecto no paró de llover y todos llegaron empapados. Frente a la Jefatura de Gobierno, la marcha se detuvo un instante. Se cantó el Himno y, casi todos, aprovecharon para insultar a los gritos a Ibarra. Después la multitud entró a la Plaza de Mayo y ahí quedaron patente algunas diferencias entre los familiares: la gente se dividió en tres sectores. Por un lado quedó un grupo en el que la cabeza visible era José Iglesias y otro en el que se destacaba el legislador Milciades Peña ("vine como familiar", dijo). El tercero, el más numeroso, tuvo el discurso más duro: le pegaron tanto a Mauricio Macri como a Ibarra y adelantaron que crearon una comisión de familiares que investigará el caso para evitar que quede impune. |