Ricardo Diez
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| Enviado sábado, 14 de octubre, 2006 - 08:10 am: | |
La Politica Online http://www.lapoliticaonline.com.ar NOTA DEL 14 DE OCTUBRE de 2006 CROMAÑON: FUNCIONARIOS A JUICIO ORAL TORRES, DEMASIADO CERCA DE ALBERTO La difundida decisión de la jueza María Angélica Crotto de mandar a juicio oral a tres ex funcionarios de Aníbal Ibarra por la tragedia del boliche Cromañon, esconde una pista envenenada para el jefe de Gabinete Alberto Fernández: el ex director de Fiscalización y Control, Gustavo Juan Torres, creció en política bajo el ala del hoy hombre clave del gobierno kirchnerista. La jueza de instrucción Crotto, quien instruye la causa que investiga el incendio del 30 de diciembre de 2004 que causó la muerte de 194 personas, dispuso ayer que vayan a juicio oral la ex secretaria de Gestión y Control Comunal, Fabiana Fiszbin, íntima amiga de Vilma Ibarra; la ex directora adjunta de esa dependencia, Ana María Fernández, y al ex director general de Fiscalización y Control, Gustavo Juan Torres. Los tres ex funcionarios de la gestión del destituido jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, están acusados del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, el cual contempla penas excarcelables. Lo cierto es que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, suntuoso constructor de espacios políticos y líder formal del PJ porteño, conoció a Gustavo Juan Torres, cuando en el año 1997 formó parte del Grupo Banco Provincia (BAPRO) y desde entonces sellaron una relación inclaudicable. Años después de que Fernández se desligó del Bapro, comenzó a dar clases en la cátedra que tenía el actual Procurador General de la Nación, Esteban Righi, sobre derecho penal. Por lo general, cuando el jefe de Gabinete no podía asistir enviaba a su par, Gustavo Torres, o bien, se encargaban de dar clases los dos juntos. Cuando Alberto Fernández cobró notoriedad y logró una banca como legislador porteño de la mano de Domingo Cavallo (asumió el 7 de junio de 2000), Torres consiguió alzarse con el primer favor, supuestamente gracias a la influencia de su amigo. Fue nombrado como verificador de faltas en 2002. Un error de cálculos o quizas parte de la propia imprevisión -o corrupción- que hizo posible Cromañon lo llevó a Torres a asumir a fines de octubre de 2004, sólo dos meses antes del incendio, como director general de Fiscalización y Control del Gobierno porteño. Por esos dos meses que ocupó el cargo, Torres fue procesado y la jueza Crotto determinó ayer elevar la causa a juicio oral. Es que el cargo que ocupó es uno de los más importantes para desentrañar el desbarajuste que se vivía en cuanto a inspección y control en los boliches porteños. Fuentes del PJ porteño sostienen que el nombramiento de Torres fue fruto del entonces avasallante kirchnerismo con Aníbal Ibarra. "Alberto Fernández le concedió a Aníbal Ibarra, y más precisamente a Vilma Ibarra, que preserve en el cargo de subsecretaria de Gestión y Control a Fabiána Fizbin, pero impuso como su segundo a Torres", señalaron las fuentes. El juicio 102 días después de la tragedia de Cromañón, le tocaba por primera vez a un ex funcionario de la Ciudad sentarse frente al juez que investiga la causa. Pero Gustavo Torres, prefirió no declarar sino entregar un escrito: el eje central de su defensa fue que las inspecciones para controlar la seguridad en el boliche no correspondían a su área sino a la Policía Federal. En su presentación, Torres también intentó quitarse responsabilidades argumentando que era prácticamente un recién llegado a la Dirección de Fiscalización y Control. "En el escrito Torres también planteó que contaba con una dotación de 300 personas, de las cuales 100 eran empleados internos. Las otras 200 sí eran inspectores, pero trabajan en parejas. Así, las tareas de control de los 200.000 locales que hay en la Ciudad quedaban en manos de 100 equipos de inspectores", dijo en su momento Carlos Cruz, defensor de Torres, quien sin darse cuenta puso en evidencia el pésimo sistema de control del gobierno de Aníbal Ibarra. Casi llegando al segundo aniversario de la tragedia, la jueza Crotto decidió avanzar con la causa y el futuro de Torres, es poco más que sombrío. Dicen que las mieles del poder lo pueden todo. En este caso, la incerteza parece adueñarse de la escena. |