Ricardo Diez
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| Enviado viernes, 23 de enero, 2009 - 03:24 pm: | |
NOTICIAS URBANAS Un custodio vio dos inspectores en Cromañón Claudio Curcui, uno de los referentes de la seguridad de Callejeros, declaró que una persona del Hotel Central Park del que dependía Cromañón se presentó con dos inspectores el mismo día del incendio. El fiscal solicitó un careo. Por Lucas Schaerer “Vinieron dos señores de traje, con el viejo del hotel. Este que siempre estaba en el hotel los presentó como inspectores”, declaró Claudio Curcui, referente del equipo de seguridad de Callejeros en Cromañón, que en realidad era el salón de baile del Hotel Central Park propiedad de Rafael Levy, procesado en primera instancia y actualmente con su sobreseído apelado ante tribunales de Casación. El testigo Curcui que no es solo miembro de la seguridad de la banda sino quien hacia de coordinador del resto del equipo en tareas de control –o sea cacheo, control de entradas y custodio del escenario como camarín- confesó que en Cromañón se calculaba para cuatro mil personas. Éste testigo estuvo desde el 27 de diciembre de 2004 hasta el 30 en el local bailable en custodia de los instrumentos y equipos de Callejeros. "Dormía en el camarín", confesó y agregó que lo hizo "con Fernando Horacio Zerpa y otra persona". Este último dato de haber pasado una estadía en Cromañón es nuevo y provocó contradicción con la declaración del viernes pasado de los primeros custodios. Lo que provocó que el fiscal general, Jorge López Lecube, solicitara a los jueces que conducen el juicio oral y público un careo entre Curcui y Zerpa. La medida fue apoyada por el resto de las querellas de las víctimas no así, y era esperable, del abogado de los rockeros Manuel Gutiérrez. "ADENTRO TODOS FIAMBRE" "El primer equipo de bomberos llegó hasta la puerta, no entró. El que estaba a cargo le dijo a los otros bomberos '"no entré porque adentro son todos fiambres'", aseveró el custodio Claudio Curcui, quien sigue trabajando de seguridad en recitales de rock, por ejemplo hizo de seguridad para la Renga en San Pedro junto a Lorenzo "Lolo" Bussi, señalado como jefe de seguridad de Callejeros, y que no se encuentra entre los imputados. "Las bandas me llamaban a mi, Lorenzo o a Zerpa (Héctor). De ahí nosotros llamábamos a nuestros amigos", es el mecanismo de contratación que utilizaron para el 30 de diciembre y que continúa con la misas personas en recitales de la actualidad. "CUALQUIERA ES BAÑERO" "Cualquier es bañero" dijo al oído de este cronista un padre en el sector del Palacio de Tribunales destinado al público en general. Su frase nació tras la respuesta del custodio cuando lo consultaron sobre su capacitación para rescates, incendio y en emergencia. Por la precariedad de contratación laboral, que era meramente verbal, se decanta su preparación profesional. "Ninguna" es la frase repetida por cada uno de los miembros de la seguridad ante la consulta de los abogados. UN NEGOCIO DUDOSO El tema de la seguridad se está ampliando en el juicio. Surgió nuevamente la productora MTS, quien contrató la seguridad para Callejeros en Obra Sanitarias, antes de la tragedia, a través de la empresa de seguridad privada "Integral Star Blue". El mismo Claudio Curcui confirmó que fue contratado por la empresa de seguridad privada. Retornaron imputados ausentes. Ana María Fernández, directora adjunta en Control Comunal, el comisario de la seccional 7ª Miguel Angel Belay, con el bigote afeitado, y el guitarrista ex Callejero, Maximiliano Djerfy. Justamente el primo hermano de éste músico fue el segundo en declarar. "APAGUÉ LA LUZ" "Me fui a la cabina del Disc Jockey a dormir la siesta. Me dijo Lolo Bussi que fuera porque ahí había un colchón y un ventilador en el techo. Cuando me despierto quiero apagar el ventilador y apagué la luz. Se quedó todo a oscuras y se veían solo sombras. Los que estaban ensayando me gritaron", testificó el custodio de Callejeros Leonardo Djerfyl, quien tiene a su padre fallecido en Cromañón, y que con su testimonio aclaró de donde se administraba la iluminación de Cromañón, que fuera apagada o cortada a minutos de provocarse el incendio y que perjudico la visibilidad para la autoevacuación de los espectadores. Djerfyl siempre custodio el camarín de Callejeros y en la noche de la tragedia detrás de la valla junto a los rescatitos de la Cruz Roja. "Lorenoz Buzzi me daba las ordenes de donde ponerme. El sueldo me lo pagaba en su casa o a veces lo hacia Diego Argañaraz, el manager". El primo del ex guitarrista de la banda de Villa Celina confirmó que la puerta de emergencia estaba cerrada con candado y alambres. "Varias veces me pinché con esos alambres. Era la puerta de emergencia por el cartel que tenía encima y su barra antipático. Tenía que estar abierta pero a quién le iba a preguntar", confirmó Leonardo que trabajó con Callejeros después de Cromañón pero en la actualidad se alejo de ellos. "Zerpa y Curcui también coordinaban, eran como segundos de Bussi", dejó en claro Djerfyl antes de concluir su testimonio "POR CORTESÍA NO REVISABA" Mirta Enriquez fue una de las tres mujeres que cachearon. Ella fue llamada para trabajar en Cromañón por Juan Carlos Balnder pero recibía ordenes de Claudio Curcui. La necesidad de trabajo en el marco de las fiestas y con dos hijos la llevó a realizar control. "Por cortesía uno no revisaba. Esto sucede aún hoy. Si alguien de seguridad o del lugar viene te dice que viene con él no lo revisas", confesó Mirta que hace 15 años trabaja en recitales, y durante once nunca fue registrada ante ningún organismo estatal, sí después del incendio que le costó al vida a 194 personas y miles de lesionados. Falta declarar dos testigos más, según lo previsto por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 24 de quien depende el juicio. |