Ricardo Diez
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| Enviado jueves, 03 de febrero, 2005 - 11:55 pm: | |
CLARIN, jueves 3 de febrero de 2005 Cromañón: la fiscalía quiere indagar al manager de Callejeros También quieren que citen al hermano de Chabán y a su mano derecha en el boliche. Los considera de alguna manera responsables del incendio porque sabían que los fans llevaban bengalas. -------------------------------------------------- Gabriel Giubellino. ggiubellino@clarin.com La causa Cromañón tiene al menos tres nuevos imputados por la muerte de 192 personas: Yamil Chabán, hermano de Emir Omar, el único procesado, Raúl Villarreal, mano derecha de los Chabán y Diego Argañaraz, manager del grupo de rock Callejeros, cuya esposa murió la noche del 30 de diciembre. El pedido del fiscal Juan Manuel Sansone en cuanto a que se cite a indagatoria a los nuevos imputados significa que son sospechosos de tener alguna responsabilidad en la tragedia. Mientras ayer se conocía esta nueva medida, varios abogados pidieron que se tome la misma determinación con respecto a los inspectores y funcionarios responsables de controlar las condiciones de seguridad. "Si la jueza llegó a inhibir los bienes de Aníbal Ibarra, lo que significa que entiende que tendría alguna responsabilidad, ¿por qué no llegó a citar siquiera a un inspector?", dijo el abogado Fernando Soto, representante de una veintena de sobrevivientes. En este misma línea, el abogado José Antonio Iglesias, representante de las querellas, acercó a Tribunales la versión taquigráfica de las explicaciones que dio Ibarra en la Legislatura. "Hay una admisión de culpa", dijo. Sobre la relación de los hermanos Chabán, en el auto de procesamiento dictado por la jueza María Angélica Crotto contra Omar Chabán consta la declaración del empleado Hernán Albornoz. Dijo que en la reunión previa a la inauguración del boliche, "ambos denotaban estar encarando juntos el proyecto (...) Demostraban ser socios en el negocio y para los que trabajan allí era lo mismo que algo lo ordenase Omar a que lo ordenase Yamil". Una empleada de limpieza, Ana María Sandoval, describió la siguiente pirámide de poder en Cromañón: Omar Chabán, "por debajo, su hermano Yamil Chabán, quien impartía ordenes a Raúl (Villarreal), el que a su vez era una especie de mano derecha de esos dos hermanos". El abogado Rafael Cúneo Libarona, en su escrito presentado anteayer solicitando medidas de prueba, agregó que "Rafael Levi (de Lagarto SA, locataria del lugar) sostuvo que Yamil Chabán era el responsable del pago de 9.000 pesos mensuales" en concepto de alquiler. Es decir, a Yamil le cabría una responsabilidad similar a la de su hermano. Habría tenido conocimiento de que la salida de emergencia estaba trabada con candado, que el material que cubría el techo era altamente inflamable y no actuó para evitar la tragedia. En cuanto a Raúl Villarreal, impartía ordenes en República Cromañón. "Como a qué hora se abrían las puertas, dónde se debía parar el personal de seguridad y demás directivas", precisó el testigo Lucas Hasmat. Hernán Albornoz agregó que, cuando era el local el que se encargaba de la seguridad, el jefe era Mario Díaz. Pero esa noche el control estuvo a cargo de Callejeros. Diego Argañaraz, el manager, será indagado sobre esto. En el mismo escrito que el manager y Eduardo Vázquez, el baterista de la banda, presentaron para ser tomados como querellante —no fueron aceptados—, reconocen que se emitieron 3.500 entradas y que el grupo se lleva el 70% de la recaudación. Argañaraz es señalado como la persona a quien el local de ventas anticipadas "Locuras" rendía cuentas. Según fuentes judiciales, se desprende que el manager tenía interés en que al recital entrara mucha gente. Argañaraz se defenderá diciendo que no tenía por qué saber que la capacidad "oficial" del local era de 1.031 personas. Los Callejeros apuntaron duro a Raúl Villarreal. Pero varios testigos dijeron que los controles realizados por Callejeros esa noche fueron al azar y que no hubo cacheos a los invitados VIP. Este dato se relaciona con otro elemento: un anuncio publicado en la revista "Llegas a Buenos Aires" en el que se publicitó el show del 30/12 como un "festival de bengalas en República Cromañón". Un responsable de esa publicación declaró que esa información les fue remitida vía mail por la encargada de prensa del grupo. Fuentes de la investigación cerraron el círculo: "Sabían que su público llevaba bengalas, les convenía económicamente que ingresara la mayor cantidad de gente, no controlaron bien el ingreso de pirotecnia y no hicieron una revisión mínima del lugar donde iba a entrar su grupo". Estas serán algunos de los ejes que deberá responder Argañaraz, en nombre de Callejeros. |