Ricardo Diez
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| Enviado domingo, 09 de enero, 2005 - 07:26 am: | |
Bahía Blanca • República Argentina domingo 9 de Enero de 2005 TRAGEDIA DE CROMAGNON "Escrache" en la casa de Aníbal Ibarra Con el deceso de un niño se elevó a 191 las víctimas. El secretario de Seguridad, Juan José Alvarez, promete "ir a fondo" para determinar responsabilidades. BUENOS AIRES (DyN, Télam y NA) -- Seguidores del grupo Callejeros y amigos de las víctimas de la tragedia, agrupados en la Comisión de Jóvenes Autoconvocados por la Masacre de República Cromagnon, escracharon el domicilio particular del jefe del Gobierno porteño Aníbal Ibarra en medio de un fuerte operativo de custodia de la Policía Federal. Con remeras pintadas con la frase "justicia para nuestros Callejeros" y carteles con la cara de Ibarra con la leyenda "Buscado", cientos de jóvenes partieron a las 18 desde Triunvirato y Monroe hasta el cruce de Campillo y Avalos, barrio de Villa Ortuzar, donde vive el jefe de la Ciudad. Durante las quince cuadras que caminaron los chicos, muchos de ellos sobrevivientes de la noche del 30 de diciembre, entonaron canciones acusando a Ibarra de "asesino" y pidiendo que se haga justicia. "No confiamos en nadie, ni siquiera en la justicia, por eso armamos esta comisión que marchará todos los jueves hasta que estén todos presos, de Ibarra para abajo", explicó Nadia, una chica de 18 años que sufrió la muerte de su hermano, su novio y su primo. La manifestación estaba integrada en su mayoría por jóvenes, acompañados por miembros de asambleas barriales, estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), la agrupación No Pasarán, y militantes de partidos de izquierda y organizaciones piqueteras, aunque sin banderas que los identificaran. Luego de los incidentes que ocurrieron al final de las marchas del lunes y el jueves pasado, el grupo de jóvenes creó una comisión de seguridad que encabezó la manifestación con brazaletes rojos. La comisión de seguridad denunció en un comunicado que "al reprimir, buscan transformar víctimas en victimarios, sembrando el miedo y tratando de detener la protesta". "Somos mayoría jóvenes. La bronca nos sale de adentro porque así como les tocó a los 190 pibes --ayer se sumó a la nómina la muerte de un niño de 9 años--, nos podía haber tocado la muerte a nosotros", dijo Iair (17), dos amigos muertos y un brazalete en su brazo izquierdo que lo autorizaba a cuidar a sus compañeros durante la manifestación. Una hora después de partir, la columna llegó hasta la esquina del domicilio de Ibarra pero no pudo avanzar ya que estaba custodiada por cuatro cordones de la Policía Federal, vallas metálicas, patrulleros, motos y un helicóptero que sobrevolaba la zona. Al llegar, los jóvenes cantaron "Ibarra mata en Cromagnon, Alvarez en el Puente Pueyrredón" y "Yo sabía, a los asesinos los cuida la policía", en alusión a la gran cantidad de personal policial que protegió del escrache al jefe de Gobierno porteño. Cuando la manifestación ya había desconcentrado y volvía hacia el punto de encuentro, el reclamo de los jóvenes quedó estampado en un grafiti sobre el paredón de la esquina de Campillo y Avalos: "Ibarra asesino de los pibes. Justicia por nuestros Callejeros. 30 de diciembre de 2004". Una víctima más. La muerte de un niño de 9 años elevó a 191 la cantidad de víctimas fatales de la tragedia de Once, mientras que el flamante secretario de Justicia y Seguridad Urbana porteña, Juan José Alvarez, dijo que sería "gravísimo" negar la responsabilidad del Estado en los hechos. En tanto, el director médico del SAME, Julio Salinas, dijo que el pequeño, identificado como Emanuel Pablo, dejó de existir en el Hospital Gutiérrez, y agregó que los pacientes internados en hospitales de la Capital y provincia de Buenos Aires son 187, de los cuales 86 están en unidades de Terapia Intensiva y 101 en salas comunes. Entre los jóvenes que continúan internados, se encuentra el novio de una de las hijas de Alvarez, situación que influyó en su decisión de aceptar el cargo. El joven había dicho a su hija "vas a ver que tu viejo va a hacer algo", comentó Alvarez quien aseguró que fue como una "premonición", ya que a los dos días Aníbal Ibarra lo llamó para realizarle la propuesta para ocupar el cargo. El mandatario se mostró dispuesto a "ir a fondo" para determinar las responsabilidades por la tragedia del boliche República Cromagnon, y confió en que no pasará "mucho tiempo" hasta que la Ciudad de Buenos Aires cuente con cuerpos de policía y de bomberos propios. "No podemos convencer a nadie con un mínimo sentido común de que acá algo no falló. El Estado tiene una responsabilidad", afirmó. A pocas horas de haber asumido, el funcionario consideró que se debe determinar si los controles del Gobierno porteño fallaron "por incapacidad" o "por corrupción", pero advirtió que en la investigación "hay que ir a fondo". "Hay que hacer una investigación muy profunda, acá algo no funcionó bien", subrayó el ex diputado, quien admitió que "la gente tiene una fuerte presunción" de que existe "corrupción" entre los inspectores de la ciudad. El dirigente justicialista confirmó, además, que no pasará "mucho tiempo" hasta que la ciudad cuente con cuerpos de policía y de bomberos propios. "¿Alguien puede creer que una ciudad de las características de Buenos Aires pueda no tener policía?", remarcó Alvarez, quien confirmó que se analizan "dos esquemas, uno más progresivo", y otro más directo, para el traspaso. Al respecto, el funcionario consideró que la ciudad debe "prepararse para recibir" la policía desde la Nación, y admitió que hoy no cuenta con "una burocracia" adecuada para conducir a los uniformados. "Esto es posible, no hay ninguna duda, el presidente lo ha dicho públicamente, la ciudad necesita su policía y su cuerpo de bomberos", destacó. Por otra parte, justificó el desplazamiento de 27 altos funcionarios dependientes de la Secretaría de Seguridad, al considerar que "es un área que no funcionó". "Quienes están a cargo del área no me sirven", destacó el flamante funcionario porteño, quien admitió que "si no fuese por la magnitud de este desastre" ocurrido en el boliche de Once, donde murieron 191 personas, "no asumiría" en el cargo. También en la mira. El secretario de Seguridad porteño, Juan José Alvarez, adelantó que además de los boliches, entre las "prioridades" iniciales de su gestión estará el control de las estaciones de servicio. "Tengo información y denuncias que ya estamos dándole curso", explicó al referirse a las condiciones de seguridad de estaciones de servicio en la capital. Consideró que "algunas" estaciones de combustible "muy grandes" no "están en condiciones" de funcionar y advirtió que "pueden estar contaminando" la ciudad. Se pronunció de esa forma al mencionar las "prioridades" para el control que su gestión fijará a partir de la creación de un "mapa de riesgo". Por otra parte, aseguró que impondrá una "fortísima transparencia" al cuerpo de inspectores de la ciudad y que todos los controles se publicarán en Internet. El sistema permitirá conocer semana por semana las inspecciones que se realizan, así como quién llevó a cabo los controles y en qué estado se encuentran los locales habilitados. El funcionario dijo que promoverá ese tipo de políticas en el marco de "urgente medidas para que no sólo esto, sino algo parecido vuelva a pasar", en referencia a la tragedia del local República Cromagnon. Alvarez no descartó que la falta de controles sobre el boliche se haya dado por "corrupción" o por "incapacidad y desidia". "Buenos Aires tiene que volver a tener su vida normal", destacó el secretario de Seguridad, al ser consultado acerca de si los boliches seguirán cerrados por un lapso prolongado. Grisado Evolución. El mediocampista ofensivo de Luján, Abel Oroná, evoluciona ligeramente de la intoxicación respiratoria que sufrió la semana pasada en el incendio del boliche de Once República Cromagnon y hoy sería derivado a una sala común, en virtud de su franca recuperación. En principio, el jugador continúa internado en la sala de cuidados intensivos del Sanatorio Victorio Franchín, ubicado en el porteño barrio de Almagro, aunque ayer le fue retirada la mascarilla con la que respiraba artificialmente. De este modo, el futbolista, quien ya está lúcido y conversa, de a ratos, con sus familiares, podría ser traspasado a habitación común. Médicos con estrés Dificultades para dormir, hipersensibilidad, cambios en el humor o en el modo de relacionarse con los demás y estar "acelerado" son algunos de los síntomas que padecen los médicos que estuvieron en la atención de las víctimas del incendio del boliche República Cromagnon. "Todos los médicos que participaron en la emergencia resultaron de algún modo afectados por el impacto de esta tragedia y sufren en mayor o menor medida el estrés que genera esta situación", dijo Daniel Mosca, coordinador del equipo de Factores Humanos del SAME. Las autoridades sanitarias del gobierno porteño pusieron en marcha desde el lunes pasado un programa para detectar casos de estrés en los médicos y enfermeros que estuvieron en la atención de las víctimas de la tragedia del boliche de Once, que generó hasta ahora 191 muertos. Los resultados fueron impactantes porque se comprobó que la gran mayoría tenía dificultades para dormir, no podían desconectarse de su ámbito laboral, vivían acelerados, aumentaban o disminuían sus ganas de comer y parecían estar en un estado de emergencia constante. Esta situación se da tanto en los profesionales con pocos años de ejercicio como en los más experimentados, ya que "el hecho fue muy fuerte tanto por la cantidad de víctimas, todos jóvenes, como por el momento en que ocurrió la tragedia", destacó Mosca. En este sentido, Susana Chames, a cargo del programa de Salud Mental del gobierno porteño, señaló que "el hecho sucedió a fin de año, en un momento en que la gente está distendida y más preparada para el festejo. Nos sorprendió a todos esta tragedia y nos encontramos sin recursos para defendernos". Chames relató que lo que se organiza entre los profesionales son charlas grupales para que puedan "ventilar" y poner en palabras las traumáticas vivencias. "Lo que más surge en las charlas son los sentimientos de culpa por no haber hecho lo necesario para poder salvar una vida, reclamos a sí mismos respecto a una respuesta ideal que deberían haber dado", destacó la funcionaria. Chames dijo que los médicos afectados "también se conectan desde lo afectivo con sus seres queridos y muchos reviven lo que les pasó a esos jóvenes en sus propios familiares". La directora del programa destacó que "a algunos les basta con las charlas grupales mientras que otros requieren una atención más personalizada". En algunos casos se precisó de tratamiento farmacológico, detalló Mosca. Los equipos de recursos humanos del SAME recorren desde el lunes pasado las guardias de los hospitales que atendieron a las víctimas y en ellas descubren que muchos profesionales están afectados por este estrés. "Hay personas que responden de una manera más grave que otras a esta situación, depende también de qué período emocional esté pasando la persona, si estaba elaborando un duelo cuando justo surgió la tragedia o si estaban fuertes mentalmente", dijo Chames. "Dedicarse a emergencias no es para cualquier persona, implica estar bien preparado para vivir este tipo de impacto que, para la ciudad de Buenos Aires, resultó algo inédito", agregó. La seguridad era de Callejeros Un colaborador de Omar Chabán dijo que la noche del incendio en el boliche Cromagnon hubo entre 2.500 y 2.800 espectadores, que la seguridad estuvo a cargo del grupo Callejeros y que el empresario "vio" a los jóvenes que arrojaron las bengalas que provocaron el fuego que desató la tragedia. Carlos Villarreal, un amigo que trabaja con Chabán hace 20 años, habló con la prensa al salir de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, en el barrio de Villa Lugano, donde el gerenciador de Cromagnon sigue detenido. Al referirse a los acuerdos que se hacen entre las bandas y los organizadores de los recitales, Villarreal dijo: "Normalmente la seguridad la pone quien organiza, pero en este caso la habían puesto los chicos de Callejeros". Según el informante, Chabán "vio a los que aparentemente arrojaron los tres tiros", aunque aclaró que no sabe si él puede identificarlos. "No sé si los tendrá en su memoria pero ver, los vio", sostuvo y agregó que cuando "esas manos malignas hicieron lo que hicieron mucha gente se dispersó y los dejaron medios huérfanos como diciendo 'yo no fui, éstos fueron'". Ante la pregunta sobre si Chabán se siente culpable de las 191 muertes que ocasionó la tragedia, Villarreal respondió que "en ningún momento". "Si él hubiese tenido una ametralladora y hubiese matado a 180, 200 personas, sería muy imberbe no declararse culpable, pero, al contrario, él siempre estuvo previniendo hasta cinco minutos antes lo de la pirotecnia", sostuvo. Finalmente, sobre la juez María Angélica Crotto, que lleva adelante la investigación de la tragedia, Villarreal dijo que es "una profesional excelente" y que "va a ir hasta lo último, se va a detener en cada cosa, va a hacer las averiguaciones correspondientes y va a tomar la verdad de la cosa". Grisado Clausuras. Tres boliches bailables de Mar del Plata fueron clausurados ayer por no contar con las medidas de seguridad pertinentes para siniestros, según lo determinaron efectivos de la policía e inspectores municipales. Los procedimientos comenzaron en forma simultánea cerca de las 4 y se sumaron así a la ola de controles que se ordenaron en todo el país, tras el incendio que ocasionó hasta el momento 191 muertes en el boliche República Cromagnon, en el barrio porteño de Once. |