Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| Enviado jueves, 10 de febrero, 2005 - 09:11 am: | |
URGENTE 24 Edición I, jueves 10 de febrero de 2005 Uno de los secretos mejor guardados del Gobierno no logra despegar a Kirchner de Cromañón El Gobierno K tiene 2 secretos muy bien guardados: uno, consiste en que el final del canje no es la solución de la deuda, sino todo lo contrario; el otro, es que la Casa Rosada sigue involucrada peligrosamente en los avatares judiciales de Aníbal Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires porque la relación político-amorosa entre Alberto Ángel Fernández y Vilma Lidia Ibarra mantiene su proyecto de poder, pese a todo. Esta situación provoca hoy mucho debate entre los íntimos de Néstor Carlos Kirchner. Aquí algunos detalles: La Edición i Nº43 ya se encuentra en la calle y en una de sus notas puede leerse acerca de los problemas que en la Casa Rosada ocasiona la permanencia de la sociedad político-sentimental existente entre Alberto Ángel Fernández y Vilma Lidia Ibarra. Nadie había profundizado un poco el tema considerando que la pareja tan influyente sobre la Casa Rosada y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene complicado suproyecto político inmediato mientras aún muchos se preguntan: ¿para quién recaudaban quienes recaudaban en las áreas críticas del Gobieno de la Ciudad? Edición i recuerda: "El 1 de marzo, Aníbal Ibarra cumplirá 47 años desde que llegó al mundo en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. Para entonces se habrán cumplido dos meses de la tragedia ocurrida en la disco República Cromañón, y él cree que estará despejada la posibilidad de convertirse en un paria. Si bien –tal como tienen constancia colaboradores de Héctor Icazuriaga, secretario de Inteligencia-, la Casa Rosada había decidido tomar distancia del conflicto porteño y de Aníbal Ibarra, luego concluyó que no tenía opción y acompaña al jefe de Gobierno en su proyecto sui generis de consulta popular con revocatoria. La Rosada no tenía opción porque hay una sociedad tan secreta que ya es pública entre Alberto Ángel Fernández, jefe del Gabinete de Ministros, y Vilma Lidia Ibarra, senadora nacional Frente Grande-Ciudad de Buenos Aires. (...)" En otro fragmento de la nota, Edición i realiza un poco de historia: "(...) Vilma Lidia y Alberto Ángel no siempre fueron aliados. De acuerdo al periodista Sergio Moreno, del diario Página/12, cuando Rodolfo Terragno triunfó la interna de la UCR porteña rumbo al Senado y Elisa Carrió- por entonces una firme aliada de Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra- decidió no candidatearse a senadora, Aníbal decidió impulsar a Vilma Lidia, por entonces presidente de la estratégica Comisión de Hacienda de la Legislatura porteña y una de sus operadoras cruciales. Alberto Ángel pretendía que un justicialista porteño progresista acompañara a Terragno y llegó a conversar tal posibilidad con Ibarra pero Aníbal dijo que si Cristina de Kirchner no se candidateaba a senadora por la Ciudad, debía ser Vilma Lidia. (...)" Edición i desliza uno de los temas centrales hoy día en la política de la Ciudad de Buenos Aires: "(...) Quienes se hayan financiado con las habilitaciones y verificaciones comerciales en la Ciudad, hoy no pueden recaudar. El problema político que provoca el descalce, en un año electoral, es enorme y solamente los alienta la esperanza de que Juan José Álvarez se marchará del distrito porteño hacia el 8 de mayo (...)" Y recuerda que la estructura política de Fernández no se circunscribía a las áreas de Vilma afectadas por Cromañón: "(...) Alberto Ángel enrola todo lo que puede, del PJ al Frente: desde el otrora poderoso, hoy una piltrafa, Ariel Schifrin, hasta Liliana Sánchez –a quien le entregó el Centro de Capacitación y Gestión Nº 4 para Alejandro Unam-, José y Víctor Santa María, sindicalistas del gremio de porteros Suterh –a quienes les entregó el CCG Nº5 para Juan Carlos Tallo-, el amigo de Vilma, Sebastián Ciatti –a quien entregó el CGC Nº12-, etc. ¿Cómo se financia semejante proyecto político? Nadie quiere preguntárselo en la Casa Rosada porque, en definitiva, el Frente para la Victoria Santacruceña no es diferente. Ni el Partido Justicialistas de la Provincia de Buenos Aires, etc.(...)". En una muy interesante entrevista que acompaña a esa nota, dos legisladoras de la Ciudad que se destacaron durante las 22 horas que Ibarra permaneció en la Legislatura, dan su visión sobre los acontecimientos que no se han despejado. Una de ellas (Florencia Polimeni) afirmó, a propósito de la fractura que sufrió Compromiso para el Cambio durante esas jornadas y que tantas especulaciones ha provocado sobre el futuro político de Mauricio Macri: "(...) No me gusta hablar de ninguna de las personas a las que compete este tema. Pero sí voy a decir que cuando uno se planta en un recinto frente a un Jefe de Gobierno a decirle las cosas que nosotros le dijimos, muchas veces hay conflictos de intereses. A algunos nuestro pasado y nuestro presente nos permiten plantarnos sin reparar en los costos. A otros no. Y creo que eso es suficiente como para explicar qué es lo que ocurrirá dentro del bloque legislativo de acá en adelante en relación a los posicionamientos políticos que se tendrán con el Jefe de Gobierno". Esto es tan cierto como alentador: sólo la renovación legislativo puede salva a la Ciudad de la corrupción extendida entre quienes manipulan el poder desde hace años en el distrito. También se ensaya una autocrítica a la actuación de Compromiso para el Cambio. Soledad Acuña dijo: "(...) Quizás deberíamos haber ido a la Justicia y, de hecho, lo haremos de acá en adelante. A lo mejor tendríamos que haber pensado en algo para generar una política de fiscalización real que hoy no existe". Florencia Polimeni identificó uno de los grandes peligros por delante para su carrera política: "En la política es muy difícil manejarse en el delicado equilibrio de no convertirse en un denunciador crónico y, al mismo tiempo, legislar y entender la política desde la cosa propositiva. Pero seguiremos intentándolo". Y Soledad Acuña describió el nuevo escenario político, que es el más complicado para el endeble jefe de Gobierno, más allá de lo que alguno pueda avizorar en la coyuntura: "Ibarra no respondía a los pedidos de informes porque “son de la oposición”. Creo que no hay lugar para que eso vuelva a pasar. Todo el año pasado dije que el Ejecutivo subestimaba al Legislativo, porque hacíamos leyes y las vetaban o no las cumplía. Lo que ha cambiado es el escenario político". |