Ricardo Diez
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| | Enviado miércoles, 23 de febrero, 2005 - 05:24 am: | |
CLARIN, miercoles 23 de febrero de 2005
El manager de Callejeros le echó toda la culpa a Chabán NOTA DEL ADMINISTRADOR: como no podía ser de otra manera !
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En lo que se convirtió en una maratónica jornada de más de diez horas, Diego Argañaraz, manager del grupo Callejeros, rechazó ayer los cargos en su contra, y acusó a Omar Chabán de ser el responsable exclusivo de la tragedia de Cromañón, según informaron anoche fuentes judiciales.
Argañaraz, en compañía de su abogado, Julio Virgolini, sostuvo ante el juez de instrucción Julio Lucini que "la seguridad del lugar estaba a cargo de Chabán" y que "ninguno de los integrantes del grupo sabía que las puertas de emergencia estaban cerradas". Además dio un dato que no es menor y que resulta difícil de comprobar incluso en un careo: "Chabán nos había dicho que el techo era ignífugo", señaló Argañaraz, según esas fuentes judiciales.
Así culminó el primer paso por Tribunales del manager de Callejeros, a quien el juez subrogante Julio Lucini acusa de homicidio simple por dolo eventual, la misma acusación que hizo a Chabán la jueza María Angélica Crotto.
Argañaraz llegó a Tribunales al filo de la madrugada, a las 5,35, después de ser detenido en la noche del lunes en su casa y de pasar la noche en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal.
El madrugón tenía sus razones. Además de evitar a la prensa, los abogados de Argañaraz tuvieron ayer acceso a la parte secreta del sumario, reservada en legajos especiales, y debieron leer una enorme cantidad de fojas antes de aconsejar a su defendido qué y cómo declarar.
El abogado de Chabán, Pedro D'Attoli, había declarado que Argañaraz "estaba a cargo exclusivamente de la seguridad", de la admisión, ingreso y de la cantidad de gente a la que se habilitaba a ver los recitales, además de vigilar que no entrara pirotecnia al local y de "la requisa de los fuegos de artificio que es muy importante: todo eso se va a dilucidar con su declaración en indagatoria", dijo D'Attoli.
Pero en realidad, la estrategia esgrimida ayer por la defensa de Argañaraz parece una ratificación de la que ya esgrimió en la causa. Cuando Argañaraz, que en la tragedia perdió a su esposa, Romina Branzini, intentó presentarse como querellante, fue rechazado por la jueza Crotto. En su recurso de apelación, sus defensores dijeron que Callejeros sólo se encargaba de controlar la entrada de los espectadores: circunscribió el "control" de la banda, al negocio del show.
Esos argumentos se reiteraron ayer, pese a los numerosos testimonios que constan en la causa sobre las requisas, parciales y selectivas, que la veintena de hombres y mujeres contratados por la banda hizo para detectar pirotecnia y que en algunos casos consistió en revisar mochilas y riñoneras, palpar las ropas e incluso hacer descalzar a los asistentes.
Cesar Branzini, el padre de la mujer de Argañaraz, también tenía expectativas por la declaración de su yerno: "Siento que se está haciendo un poco de justicia, eso es lo que me importa", dijo ayer. Branzini denunció hace algunos días a Argañaraz como máximo responsable de la tragedia. Su declaración a los medios no revestía carácter de denuncia judicial: la Justicia tenía decidido mucho antes citar como imputado al manager del grupo.
Quedan pendientes aún las citaciones a declarar a Yamil Chabán, hermano del principal acusado, y de Raúl Villarreal, jefe de seguridad de Cromañón y mano derecha de los hermanos empresarios. |