Ricardo Diez
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| Enviado lunes, 10 de enero, 2005 - 11:10 am: | |
Osvaldo Pepe SECRETARIO DE REDACCION DE CLARIN opepe@clarin.com ---------El maltrato argentino El tema de hoy ya lo anticipamos en la edición dominical de Clarín, que nos permitió un anclaje definitivo en la devastadora noche de Cromañón: las grandes tragedias de los argentinos, con luto y desazón colectivos, pero también con sabor acre a impunidad triunfante, pasaron en los últimos 40 años. Es decir, ocurrieron en el tránsito hacia lo que futurólogos y expertos de entonces imaginaban como el ciclo de las grandes transformaciones de fin de siglo, que auguraban una elevación de los estándares de la vida cotidiana, con mayor confort y una mejor calidad institucional para facilitar más fluidas relaciones de los ciudadanos con el poder. Nada de eso pasó. Lo que sobrevive es una sensación de maltrato que no sólo sobrevuela tragedias y catástrofes: está en el vivir diario. Maltrato que habla de la ausencia del Estado como regulador de la convivencia y las prácticas de la vida social. Desde hoy habrá inspecciones de rutina cotidiana a un total de 108 boliches porteños. Luego las ampliarán a restoranes y cafés con shows. Da pudor la pregunta, de tan obvia: ¿por qué no se hicieron antes? Ahí está la causa judicial, con 1.200 fojas (ver Empiezan desde... de Sociedad) que le apuntan al empresario Chabán, quien, preso, lee El Quijote. Fue responsable del maltrato de más de 3 mil personas hacinadas en donde debía haber no más de 1.031, según dijo la Justicia. ¿Por qué no se controlan por algún medio las condiciones de seguridad en los micros que van a la Costa? Ayer (ver Asaltan un micro... de Policiales) maltrataron a todo el pasaje de un micro, al que desvalijaron en la ruta 2. Y el maltrato diario del viaje en tren lo sufren millones y millones cada mes en todas las líneas metropolitanas (ver Denuncian fallas... de la Ciudad). Hay un abismo entre un asalto, un mal viaje y una tragedia como la de Cromañón. Pero si no se extirpan a tiempo esos malos tratos cotidianos, un buen día, de golpe, todo huele a muerte y espanto. Y a veces, es peor: a impunidad. |