Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| | Enviado jueves, 24 de febrero, 2005 - 07:32 am: | |
LA NACION, jueves 24 de febrero de 2005
Detienen a los jefes de seguridad de Callejeros y de República Cromagnon
-Los responsabilizan de permitir el ingreso de gente con pirotecnia; ya hay cuatro presos por el caso
-Los acusan de la presunta autoría de 193 homicidios
-Secuestraron bengalas en la casa de Villarreal
-Hay varios testimonios en la causa que los comprometen
Raúl Alcídes Villarreal y Lorenzo Bussi, jefes de seguridad de República Cromagnon y del grupo Callejeros, respectivamente, se convirtieron ayer en los nuevos detenidos por su presunta responsabilidad en la tragedia el boliche de la zona de Once, el 30 de diciembre último.
Fueron apresados poco después de las 18, en allanamientos simultáneos realizados en sus domicilios de Finochietto al 1800 y Corrientes al 2400, de esta capital.
Se trató la tercera captura ordenada en menos de 48 horas por el juez Julio Lucini y concretada por los detectives de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, relacionada con la causa que se instruye por el trágico incendio ocurrido en la zona de Once.
Diego Argañaraz, manager de Callejeros, había sido apresado el lunes último en su casa de Villa Celina.
El empresario Omar Chabán, a quien la jueza María Angélica Crotto calificó como el "exclusivo explotador comercial de República Cromagnon", había sido apresado al día siguiente del trágico episodio. Hace 25 días, la magistrada -que actualmente está de licencia- le dictó el procesamiento con prisión preventiva por la supuesta responsabilidad en 192 casos de homicidio simple en concurso real. Delito que, según el Código Penal, tiene una condena de hasta 50 años de prisión.
Indagaron a Argañaraz
Anteayer, el juez Lucini, que reemplazó temporalmente a Crotto, indagó a Argañaraz por 193 casos de homicidio, debido a que casi dos meses después se determinó que Facundo Vázquez, un joven de 21 años, que falleció en una clínica privada de San Justo, no había sido incluido en listado original de víctimas porque no se realizó la autopsia en la Morgue Judicial.
Según informaron calificadas fuentes de la investigación, tanto Bussi como Villarreal, señalado por varios testigos como el jefe de seguridad de Cromagnon y mano derecha de Chabán, fueron involucrados en la causa por los indicios que revelaron fallas en los controles del boliche.
Dichas irregularidades permitieron que varios espectadores ingresaran con artículos de pirotecnia. Justamente, un artefacto de ese tipo: una candela arrojada por alguien del público, provocó el incendio de la media sombra y del revestimiento del techo del local.
Según expresó la jueza Crotto en la resolución en la que procesó a Chabán, en pocos minutos, la combustión de esos elementos liberó monóxido de carbono y ácido cianhídrico en cantidades mortales.
Deficiencias
En varias de las casi 8000 páginas que tiene la causa hasta el momento, aparecen declaraciones de testigos que se refieren a las deficiencias que existieron en el cacheo la noche de la tragedia.
"El control era al azar. En un momento se acercó un muchacho, de aproximadamente 23 años, que estaba vestido con una remera negra y dijo: «Miren, tengo tres piernas», a la vez que extrajo de su ropa una bengala de unos 30 centímetros", expresó uno de los testigos que declaró en la causa.
Laura, otra testigo, declaró que no le hicieron control alguno porque el padre de uno de sus amigos trabajaba para Callejeros.
Entre los testimonios utilizados por los investigadores para fundar las sospechas contra Villarreal y Bussi figuran las declaraciones de dos chicas que manifestaron que sólo a la gente que ingresaba por el sector general le hacían sacar las zapatillas para revisar si llevaban pirotecnia.
Fuentes de la investigación indicaron que en la casa de Villarreal, en Finochietto al 1800, en el barrio porteño de Barracas, la policía secuestró elementos de pirotecnia y documentación.
Por Gustavo Carabajal
De la Redacción de LA NACION
Hablaron los Callejeros y culparon a Omar Chabán
A casi dos meses del incendio en República Cromagnon, algunos de los integrantes del grupo Callejeros rompieron el silencio y defendieron a su manager, Diego Argañaraz, detenido y acusado como uno de los presuntos responsables de la tragedia en la que murieron 193 personas, en la noche del 30 de diciembre último.
Patricio Santos Fontanet, líder de la banda, acusó al empresario Omar Chabán, gerenciador de República Cromagnon, por la tragedia. Según Fontanet, Chabán les había mentido sobre la capacidad y medidas de seguridad del boliche.
En declaraciones a Radio 10, el cantante dijo que la seguridad del local estaba a cargo de Raúl Villarreal, mano derecha de Omar Chabán, y que ellos no sabían que las puertas de emergencia del boliche estaban cerradas.
Llamó la atención que en el mismo sitio de Internet en el que se reprodujo la entrevista radial, también se ofrecían a la venta los tres discos de la banda: “Rocanroles sin destino”, a 19 pesos, y “Sed” y “Presión”, a 23 pesos cada uno.
“Ahora puede pasar cualquier cosa”, contestó cuando se le preguntó por la posibilidad de que la Justicia pida su detención y la del resto de los integrantes del grupo. Dijo, también, que Callejeros no es una banda “bengalera” y que las bengalas son comunes en todos los recitales de rock. |