Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| Enviado martes, 17 de mayo, 2005 - 08:03 am: | |
CLARIN, martes 17 de mayo de 2005 Mayo, un agitado mes para la causa -------------------------------------------------- Alberto Amato. aamato@clarin.com Fue como si las agujas de un espantado reloj hubieran dado una señal: cumplidos los primeros ciento veinte días de la tragedia de Cromañón, la investigación judicial, las decisiones del juez Julio Lucini y lo que esas decisiones provocaron, sacudieron desde los aparente sólidos cimientos de la Justicia hasta el inagotable reclamo de las víctimas. Y todo pasó en la primera mitad de mayo. Todavía no se habían apagado las voces que el 30 de abril marcharon desde Once a Plaza de Mayo, a cuatro meses del desastre, cuando el miércoles 4 el juez Lucini abrió las puertas de Cromañón para que legisladores y abogados hicieran una inspección ocular. Fue una conmoción: pisos y paredes guardaban grabadas todavía las huellas de aquella noche de horror. Diputados y querellantes comprobaron que el boliche era, así lo definieron, "una trampa mortal" que ni siquiera debió haber estado habilitada. Casi sobre esa estremecedora experiencia, dos días más tarde, el juez procesó por homicidio culposo a cinco ex funcionarios del Gobierno porteño, entre ellos a quien fue responsable del área de Control Comunal. A otro ex miembro del gobierno lo procesó por incumplimiento de sus deberes. El juez consideró que Chabán había pagado coimas y que tres jefes policiales de la seccional 7a. la habían recibido: aumentó los cargos contra Chabán y procesó a los federales. En el recóndito y siempre prudente ámbito de Tribunales, llegaron a calificar de "histórico" el fallo del juez. Cinco días más tarde, el 11, Lucini citó a declarar a los miembros de "Callejeros", la banda que tocaba la noche del desastre y que consintió, como parte del espectáculo, el uso de pirotecnia. Hasta entonces, los músicos no habían sido citados a declarar ni siquiera como testigos. Pero ahora el juez les imputa el cargo de homicidio culposo. Al día siguiente, jueves 12, las querellas apelaron el procesamiento de los ex funcionarios porteños: pidieron para ellos cargos más graves, similares a los que pesan sobre Chabán además de el de incumplimiento de sus deberes. Pero el viernes 13 llegó la sorpresa: los jueces Gustavo Bruzzone y María Laura Garrigós de Rébori, con la disidencia de Rodolfo Pociello Argerich, decretaron la libertad de Chabán hasta que llegue el juicio. El fallo, garantista de los derechos de los procesados, pareció no tener en cuenta la conmoción social del caso, que, para otros jueces sí es motivo de rechazo de una excarcelación, y desató una tempestad de la que aún se escucha el tronar. Hubo protestas violentas, una represión al tradicional estilo argentino, apelaciones a la Corte y a la Casación, y una retirada de los dos jueces cuestionados, que recurrieron a un argumento que hasta puede sonar banal. Y mayo recién va por la mitad. El lunes, y hasta el 27, empieza la declaración de "Callejeros". |