Ricardo Diez
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| Enviado miércoles, 25 de mayo, 2005 - 06:40 am: | |
CLARIN, miercoles 25 de mayo de 2005 El país de Poncio Pilatos Ricardo Roa EDITOR GENERAL ADJUNTO DE CLARIN rroa@clarin.com Los fuegos de Cromañón, el aire envenenado que sembró la muerte y el horror, no fueron el producto de un incidente fortuito y eso lo sabe todo el mundo. Hay responsables penales y responsables morales de la tragedia. Pero según una larga costumbre argentina, todos se exculpan y sin disculparse. Como su líder el día anterior, lo hicieron ayer los músicos de Callejeros (ver Callejeros insiste en su inocencia, sección Sociedad). Argumentaron sin razonar: sólo para justificar sus acusaciones previas contra Chabán y el Gobierno de la Ciudad. Los funcionarios directamente vinculados a los controles también se lavan las manos, aunque los controles no se efectuaron. Culpan a la Policía y se declaran víctimas de una operación política. Chabán, a su vez, apunta a Callejeros, y la madre de Chabán, como es natural y comprensible, exculpa a su hijo presentándolo como un hombre de la cultura y de buen corazón. Todos son inocentes, según su propia autopercepción. Un razonamiento aún más curioso presentó Fontanet, jefe del grupo que se autopromocionaba como el más pirotécnico del país. Dijo que si lo procesan a él y su banda, eso no resucitará a ningún muerto. Es obvio. Pero cuando se juzga y procesa a un delincuente no es para resucitar muertos sino para que pague por lo que hizo y para que sirva de disuasivo ante otros eventuales criminales. Los chicos eran finalmente convocados por su música. Iban a verlo y a escucharlo a él. Fontanet era responsable también de lo que les ocurriera. Y como él y más que él, claro, Chabán, el empresario encarcelado, excarcelado y autoencarcelado por conveniencia, no es ni era simplemente un hombre de la cultura sino un empresario que lucraba con los recitales que organizaba. Allí donde todos se proclaman inocentes cuando hay tanto dolor y tanta culpa sólo cabe la labor eficaz de la Justicia. Aunque, bueno es recordarlo, los jueces que excarcelaron a Chabán quisieron lavarse las manos después de la furibunda reacción social contra su fallo. NOTA DEL ADMIN: Excelente poder de síntesis de la realidad de todos los que se quieren lavar las manos. |