Ricardo Diez
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| Enviado miércoles, 22 de junio, 2005 - 07:42 am: | |
CLARIN miércoles 22 de junio de 2005 Chabán se recluyó en una isla del Tigre para evitar escraches Dejó el departamento de su madre, en San Martín, ayer a la madrugada. Y fue a la casa de un comisario retirado, amigo suyo, sobre el arroyo Abra Vieja. La Policía había revisado el lunes la seguridad del lugar. -------------------------------------------------- Carlos Galván. cgalvan@clarin.com Es una casa de dos plantas montada sobre pilotes y que se divide en dos dormitorios, un living y una cocina con comedor. Así es la vivienda —su nombre es "La Anunciada" y está ubicada en una isla del Tigre— en la que ayer a la mañana se refugió Omar Emir Chabán. Fue un día después de que este diario informara sobre la inquietud del Gobierno de Solá por la presencia del empresario en la casa de su madre, en San Martín. Anoche, fuentes bonaerenses dijeron: "Nos sentimos aliviados. Nos sacamos un peso de encima". La única compañía de Chabán ayer era un antiguo amigo de su familia: un comisario retirado de la Policía Federal que, además, es el dueño de la propiedad en la que ahora está el empresario. Según supo Clarín, la isla se encuentra sobre el Abra Vieja, un arroyo ubicado a 35 minutos de viaje en lancha colectiva desde el puerto del Tigre y muy cerca del río Sarmiento. Es una zona con recreos, restoranes y movimiento turístico los fines de semana. Para esfumarse del departamento de su madre, en San Martín, el empresario no necesitó apelar a ninguna triquiñuela. Es que gracias al frío que se sentía, ayer a las 5.30 de la madrugada en los alrededores del edificio de Pellegrini al 2000 no quedaba ninguna guardia periodística ni de familiares de las víctimas del incendio. "Omar bajó del quinto piso acompañado por dos amigos y directamente se subió a un auto", contó a Clarín su abogado Pedro D'Attoli. El letrado monitoreó, a través de su celular, todo el operativo. Veinte minutos después, Chabán llegó a una casa de Villa Ballester que pertenece un amigo de su familia. Allí, desayunó y esperó a que saliera el sol. Recién ahí, y ya con la certeza de que nadie lo había seguido, lo llevaron a un amarradero de San Isidro. En lancha fue llevado hasta la isla. La vivienda, según las fuentes consultadas, había sido ofrecida por el amigo de los Chabán la semana pasada. Durante el fin de semana, D'Attoli se comunicó varias veces por teléfono con el juez Julio Lucini para ponerlo al tanto del plan que estaban diseñando para que el empresario pudiera irse de la casa de su madre. Desde que fuera excarcelado, el pasado martes 14 de junio, Chabán se la había pasado encerrado: el edificio estuvo rodeado de gente que lo insultaba y tiraba huevos. Por orden del juez, un comisario y un oficial principal de la Policía Federal fueron el lunes para revisar las "condiciones de seguridad" de la casa de la isla del Tigre. Cuando dieron el OK, Lucini dio luz verde para la mudanza. "Del traslado no participaron policías. Lo quisimos hacer solos porque si nos poníamos a solicitar seguridad se nos hubieran ido varios días presentando escritos en el juzgado", alegó D'Attoli. También es cierto que de esa manera los abogados de la querella se hubieran enterado con anticipación que Chabán planeaba cambiar de domicilio. Otras fuentes consultadas por Clarín dijeron que en el traslado "participaron miembros de la Policía Federal y de Prefectura". El artículo 13 del Código Penal establece, en su primer inciso, que la defensa de un procesado debe informar en el juzgado cuál es el domicilio que fija un imputado. En teoría, por lo tanto, a los abogados que representan a las familias de las víctimas no les hubiera costado nada enterarse de la movida que se traían entre manos Chabán y su defensor. Ayer, minutos antes de que cerraran los Tribunales, el abogado querellante Fernando Soto se presentó en el juzgado y pidió el expediente. "Quería ver a dónde se había mudado, pero fue imposible: me dijeron que la causa estaba a consideración del juez. Mañana (por hoy) voy a volver a solicitarla". Ninguno de los querellantes pudo ayer ver el escrito que D'Attoli entregó ayer a las 7.30 en el juzgado. En ese papel, el abogado —lo redactó a mano, con birome negra— informó la dirección de la isla. Y agregó una fotocopia de un mapa de esa zona del Tigre: con fibra de color amarillo marcó, inclusive, el camino para llegar a la propiedad. Tanto silencio acerca de la nueva ubicación de Omar Chabán llevó a que el propio ministro del Interior, Aníbal Fernández, saliera a aclarar que el Gobierno Nacional no avalaba que se mantuviera eso en secreto. "No vamos a hacer nada que sea oculto o tener una actitud de pseudo complicidad", dijo el funcionario. La custodia del gerenciador de Cromañón estaba ayer a cargo de la agentes de la Policía de Islas, el cuerpo de la Policía Bonaerense que se encarga de la seguridad isleña. Clarín le preguntó ayer a D'Attoli si Chabán no podría ahora transformarse en una víctima fácil de alguna venganza. "Si seguimos pensando en violencia vamos a terminar llevándolo a las Malvinas. Nosotros buscamos la paz y tranquilidad necesarias para que Omar pueda llegar a juicio", contestó. |