Ricardo Diez
Username: Ricardodiez
Registrado: 1-2005
| Enviado lunes, 03 de octubre, 2005 - 05:45 am: | |
CLARIN Una multitud pidió en Luján por la vida y por las víctimas de Cromañón Fue durante la misa central que clausuró la 31ª Peregrinación Juvenil a pie. Se escucharon fuertes críticas a la falta de cuidado hacia la juventud. Según la Policía hubo 1,5 millón de personas. ------------------------------- La tragedia de Cromañón subió al escenario donde se ofició ayer la misa central de la 31ª Peregrinación Juvenil a pie a Luján. Cuando todo terminaba, momentos antes de que brazos fuertes bajaran a la imagen de la Virgen de Luján, un padre de un chico muerto fue invitado a subir. Al micrófono y a los miles de peregrinos, Carlos Alberto Leiva hizo público su ruego: "Que nunca más en nuestra Patria se experimente con nuestra juventud". En su buzo blanco estaba la foto de su hijo, Julio. Sus palabras coincidieron con el tono crítico que el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, usó en el mensaje que envió a los fieles. La presencia de los familiares de las víctimas del boliche de Once no fue casual. Ni tampoco fue casual el leiv motiv de la marcha inaugurada en 1975. Este año el lema fue "Madre, enseñanos a cuidar la vida". "La idea del lema fue de los jóvenes que organizan la peregrinación. Ellos lo eligieron y convocaron a los familiares", dijo a Clarín Jorge Lozano, obispo auxiliar de Buenos Aires. Leiva reconocía y agradecía la convocatoria: "Es un aliento, sin duda", precisaba. Lozano también se ocupó de expresar su mirada sobre los políticos: "A veces priman los intereses de campañas y algún legislador más en la composición de los bloques que en estar pendientes de qué es lo que la gente necesita y qué es lo que las hace sufrir". En la plaza de Luján, por donde pasaron 1,5 millón de personas según la Policía —los organizadores no dieron a conocer cifras— la temática sobrevolaba. Aunque se veían también otros reclamos, como la bandera que pedía Justicia para el padre Grassi, acusado de abuso de menores. En la plaza, los peregrinos tapados precariamente con frazadas pasaron la noche a la intemperie. A eso de las 6.30 muchos se desperezaban. A las 7 comenzó a celebrarse la misa central. El obispo auxiliar de Buenos Aires Joaquín Sucunza dejó una idea central: "no sacarle el jugo a la vida es descuidarla; todo lo que no haga pudiendo hacerlo es desaprovechar ese tesoro que nos fue prestado para que lo administremos". A la hora de los ruegos, al final de las palabras de Sucunza, se volvió a insistir: "Por los chicos de Cromañón, por los que desaparecieron". Y los peregrinos respondieron todos juntos: "Virgen de Luján, ruega a Dios por nosotros". |