Ricardo Diez
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| Enviado martes, 18 de octubre, 2005 - 07:22 am: | |
URGENTE 24 horas Ibarra en caída: Alguien prepara a los testigos de Cromañón U24 publicó la semana pasada la declaración de la madre de una víctima de la tragedia de Cromañón ante la Comisión Investigadora de la Sala Acusadora, Gladis Coronel, madre de Zaida Buitron. Coronel trabaja en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la pregunta que surge es si su declaración ha estado presionada por la administración del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. Ahora U24 publica el testimonio donde una psicóloga del gobierno de Bs.As. incurre en un error ante la Comisión Investigadora, al pronunciar en su declaración que había leído la declaración de otra testigo, es decir, que se habría preparado para que su declaración coincidiese con la de los demás testigos, que defienden a Ibarra, claro está. A continuación se reproduce la segunda parte de la declaración testimonial, el 3 de octubre. Al final de la misma (en negrita) la psicóloga de apellido Rothkopf, incurre en un error, es decir, revela su juego, cuando ella declara que ya hacía tenido acceso a la declaraciones anteriores. Sr. Presidente (Godoy).- A continuación, le voy a leer el interrogatorio elevado en el pliego de la defensa. Con respecto a la tragedia de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, ¿en qué lugar estuvo usted? Sra. Rothkopf.- En la Dirección General de Cementerios, que es el lugar donde trabajo. Sr. Presidente (Godoy).- ¿Qué tareas efectuó? Sra. Rothkopf.- Asistencia psicológica a los familiares y al público en general que se presentó ese día. Sr. Presidente (Godoy).- ¿Qué problemas y dificultades afrontó en el desempeño de sus tareas? Sra. Rothkopf.- En principio, y si le parece conveniente, quisiera hablar de los aspectos que desarrollamos en nuestro trabajo. Sr. Presidente (Godoy).- Cómo no. Sra. Rothkopf.- Deseo aclarar que vengo aquí como parte de un lugar de trabajo, que es la Dirección General de Cementerios. Antes que nada, quisiera decir desde dónde trabajamos todos, y no solamente el área de Psicología –sobre la que luego voy a dar más explicaciones–, en el Cementerio. Para mí, es importante manifestar que en el transcurso de la tragedia, ante la situación de emergencia que se dio, las tareas se desarrollaron no sólo desde el deber y la responsabilidad, como parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de nuestro lugar de trabajo, sino también desde la comprensión de lo que estaba ocurriendo, teniendo en cuenta que realmente se trataba de una tragedia y de una catástrofe para todos. Por eso, se trabajó mucho desde la comprensión y la solidaridad con los familiares. Creo que ésa fue la prioridad que guió el trabajo de todos nosotros, desde el primero hasta el último de los trabajadores del área de cementerios. Todo el equipo –que no solamente estaba compuesto por los trabajadores, sino también por funcionarios del área y directores, así como por el Director General– desarrolló sus tareas teniendo presente que se trataba de un trabajo en común. Repito: esa actitud surgió de la consustanciación con el dolor por lo que estaba ocurriendo. Pienso que eso nos ocurrió a todos, como comunidad. Para mí, es importante decir esto, teniendo en cuenta todo el tiempo que transcurrió. Uno se vuelve a conectar con la situación, y a veces es importante dimensionar desde dónde se va a dar un testimonio. En cuanto a lo profesional y al trabajo que desarrollé en esos días, lo voy a plantear en las dos etapas en las que se cumplió. La primera etapa tuvo lugar el día 31, cuando en el cementerio se procedió a realizar la identificación de los fallecidos. Sé que aquí ya prestaron declaración mi director y gente de la subsecretaría del área. De cualquier manera, voy a repetir algunas cosas respecto de cómo se estableció la identificación de los cuerpos. En primer lugar, se procedió a trabajar por medio de una base de datos en el sistema informático, con fotografías de todos los fallecidos que estaban en la cámara de frío, que era otro sector. En ese marco, se prestaba asistencia al trabajo que estaba llevando adelante la morgue judicial. Lo prioritario y central que se desarrolló allí fue la identificación de los fallecidos. En la Dirección General tenemos un salón previsto para recepción del público. Allí había varios puestos con computadoras, donde se encontraba la base con las fotos de todos los fallecidos que estaban en la cámara. Los familiares y amigos que fueron llegando, en medio de las búsquedas que se estaban realizando, se acercaban a las computadoras. En cada computadora había un operador. Hay algo que todavía no comenté, que es dónde trabajo habitualmente y cuál es mi puesto. Formo parte de un gabinete social en la Dirección General de Cementerios, compuesto por una trabajadora social y yo, que soy psicóloga. En esta instancia, armamos un dispositivo que se coordinó con otras áreas programáticas del Gobierno de la Ciudad y con voluntarios que se presentaron en la Dirección General de Cementerios para la asistencia psicológica. En cada puesto de las computadoras, donde había un operador, se presentaban dos –siempre tratábamos de que fueran dos, por lo menos– trabajadores de la salud, sea un trabajador social y un psicólogo, o bien dos psicólogos. Eso se fue organizando de muy diversas maneras. Quiero marcar que la conformación de este operativo, en el momento de la asistencia psicológica, tuvo que ver con la presencia de una cantidad muy importante de profesionales de la salud mental y trabajadores sociales, que lo hicieron autoconvocados... Sr. Presidente (Godoy).- ¿Qué cantidad? Sra. Rothkopf.- ...y convocados. Por momentos, que yo pudiera calcular, creo que llegó a haber hasta cuarenta profesionales, entre psicólogos, trabajadores sociales, psicólogos sociales; y el promedio que hubo durante estos dos días, nunca fue menor de diez o quince profesionales. También se trabajó con turnos. Nosotros, que veníamos de gabinetes sociales, estuvimos permanentemente; salvo en algunos momentos de la noche, en que nos retiramos a descansar. Sr. Presidente (Godoy).- “¿Qué problemas o dificultades afrontó en el desempeño de sus tareas?” Sra. Rothkopf.- Creo que lo que tiene que ver con el impacto de una catástrofe que nos afectó a todos. Lo que transcurrió en Cementerio, que tiene que ver con la identificación del fallecido por parte de los familiares, es muy duro; muy duro para los familiares y para todos los profesionales que trabajan en la salud. Se trabaja desde una identificación con este dolor; entonces, no es sin consecuencias. Sr. Presidente (Godoy).- La siguiente pregunta es: “¿Qué atención brindó?” Entiendo que ya la ha descripto. ¿Quiere agregar algo más respecto de la atención que usted brindó? Sra. Rothkopf.- Esto fue en una primera etapa. Y en una segunda etapa, se siguió trabajando con los entierros en el Cementerio. El dispositivo para esa circunstancia fue distinto. Se evaluaron otros criterios: trabajar sin intervenir directamente con la familia. En el primer dispositivo, teníamos un acompañamiento muy cercano con las familias; y, en el momento de los entierros, se trabajó estando presentes con guardias, con turnos, con el SAME, a disposición y a demanda. No nos pareció correcto una cuestión directa en los momentos del entierro, sino dejarlo más en relación con las familias: que pudieran estar en su grupo familiar, que pudieran conectarse... Sr. Presidente (Godoy).- La próxima pregunta del pliego es la siguiente: “Si observó la presencia del Estado de la Ciudad en la atención de la emergencia. En su caso, indique su conocimiento al respecto”. Sra. Rothkopf.- Le repito lo que manifesté anteriormente. Cuando yo llegué al cementerio –que fue a las 12 del día 31–, ya estaba montado el operativo. Estaban todos los funcionarios del área: el Subsecretario del que depende el área; creo que también, en ese momento, estaba el Secretario –si no fue así, estuvo más tarde–; estaban el director general, los directores del cementerio; también estaba presente la Subsecretaría de Derechos Humanos, que ya había desarrollado, conjuntamente con el Cementerio, todo el procedimiento de la planificación de las fotos. Ellos también tenían un equipo de profesionales de la salud trabajando en el lugar. A partir del momento en que llegué –que coordinamos con ellos–, empezó a llegar gente de otras áreas programáticas del Gobierno de la Ciudad. Si le parece bien, los quiero mencionar a todos: de la Dirección de la Niñez y la Adolescencia; el SAME, estuvo con dos ambulancias todo el tiempo; la Dirección de la Tercera Edad; el BAP tuvo una presencia muy importante de trabajadores de la salud –es el Programa Buenos Aires Presente–; el CEVIP; el Programa de Emergencias y Catástrofes de la Subsecretaría de Salud Mental del Gobierno de la Ciudad. Usted me preguntó sobre la presencia del Estado pero, además, había organizaciones no gubernamentales, como un equipo de psicólogos sociales; la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires presentó voluntarios; el Colegio de Psicólogos de Morón y muchos voluntarios autoconvocados. Sr. Presidente (Godoy).- Finalmente, el pliego la interroga sobre cualquier dato de interés que haga al objeto de esta investigación. ¿Usted considera que puede agregar algo más? Sra. Rothkopf.- No me parece. Puedo desarrollar lo que le parezca pero, en este momento... Sr. Presidente (Godoy).- ¿La Defensa va a ampliar el pliego? Sr. Golodny.- Señor presidente: la testigo ha sido muy minuciosa y, por ahora, no hay ampliación. Sr. Presidente (Godoy).- Tiene la palabra el diputado San Martino. Sr. San Martino.- Gracias, señor presidente. ¿A qué hora llegó usted al cementerio? Sra. Rothkopf.- Al mediodía. A las 12 ó 12 y media. No recuerdo exactamente la hora. Al mediodía llegué al cementerio. Del día 31. Sr. San Martino.- Usted hizo referencia a la presencia de estos funcionarios. ¿Usted los vio cuando llegó o le dijeron que estaban? Sra. Rothkopf.- Los vi. Estuve en el salón principal de la dirección, donde estaba el operativo de las computadoras, los puestos con las fotos. También fui a la cámara de frío, donde estaban los directores trabajando con los cuerpos, con los fallecidos. Y el Subsecretario también estaba trabajando allí. Sr. San Martino.- ¿Puede dar los nombres? Sra. Rothkopf.- No recuerdo... El Subsecretario del área, José Luis Calvo; el director general del Cementerio, ingeniero Ernesto González; el director del cementerio de Chacarita, Ángel Grimaldi. Sé que también estaba la directora del Crematorio, que es la señora Alfieri. Y, en el transcurso de la tarde, en algún momento, a partir del mediodía, vi al doctor Feletti, que es el Secretario del área. Sr. San Martino.- ¿El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le dio a usted alguna capacitación profesional para asistir a tragedias como la de Cromañón? Sra. Rothkopf.- No previamente. Posteriormente, se han hecho jornadas de trabajo con el área de Salud Mental de la Subsecretaría de Salud Mental, que trabajó el tema de la emergencia y la catástrofe. Quiero comentar que nosotros trabajamos en lo cotidiano con el tema de la muerte, porque Gabinete Social trabaja con las situaciones de los familiares de fallecidos de escasos recursos, o sea, aquellos que están en una situación de duelo en un contexto de escasos recursos económicos, básicamente de los hospitales del Gobierno de la Ciudad. Por este motivo, nosotros tenemos una formación que hemos realizado en nuestra práctica en estos tres años de trabajo en el cementerio. ¿Verdad? Verdaderamente el cementerio estaba trabajando como asistencia de una diligencia de la morgue judicial. En ese sentido, intervenimos en salud mental, desde nuestro conocimiento, de lo que podía ser la situación de los familiares en una circunstancia de catástrofe, traumática, es decir, cómo lo era. ¿No? Sr. San Martino.- Usted informó que también estuvo en la cámara de frío, ¿verdad? Sra. Rothkopf.- Fui hasta ahí. Sr. San Martino.- ¿Qué tratamiento se le dio a los cadáveres en ese lugar? Sra. Rothkopf.- No participé adentro de la cámara, le estoy diciendo. Cuando llegué, fui a ver los dos lugares y mi lugar de trabajo fue en la Dirección General de Trabajo para coordinar un poco el trabajo con los psicólogos que se presentaban voluntariamente. Había muchos trabajadores de la salud mental que se presentaban permanentemente, por eso había que coordinar y aunar algunos criterios y, además, estábamos con los familiares en las pantallas. En el primer momento, me acerqué a la cámara para visualizar cómo era el esquema de trabajo. Sr. San Martino.- ¿Puede repetir lo que usted vio en ese lugar, de la visualización que hizo? Sra. Rothkopf.- En el primer momento en que llegué me encontré con el Director, había un vallado de la policía, estaba el Director General, el Subsecretario, el Director de Chacarita, todos mis compañeros de cementerios trabajando en la cámara y personal policial. Esto fue lo que vi en una primera visualización, después durante el transcurso... Sr. San Martino.- ¿O sea que en la parte externa estaban estos funcionarios, en la cámara? Sra. Rothkopf.- En la parte interna. Estaban trabajando con los fallecidos. Sr. San Martino.- ¿Y usted ingresó también? Sra. Rothkopf.- Me acerqué. Hay como una antecámara y en esa zona saludé y no fue mucho lo que se pudo saludar. Visualicé gente, a mis compañeros, a mis superiores y volví hacia la zona de la Dirección General. Sr. San Martino.- ¿En ese momento, usted vio el dispositivo que había dentro de la cámara? Sra. Rothkopf.- No; no en su plenitud. Vi que en la antecámara que recibían gente, porque ya habían comenzado a llegar los familiares. Por lo tanto, había trabajo, yo tenía que hacer el mío y volví a la Dirección General. Sr. San Martino.- ¿Puede relatarnos la actividad que desarrolló con los familiares frente a las computadoras que fue el lugar que usted dice que estuvo la mayor cantidad de tiempo? Sra. Rothkopf.- Sí. Lo específico, repito, del trabajo que hicimos tenía que ver con el proceso que se llevaba adelante que era la identificación de los fallecidos. Se acercaba mucha gente, muchas familias y grupos numerosos y pequeños; en cada pantalla acompañábamos a las familias. Habíamos establecido un criterio de acompañamiento muy respetuoso, con poca intervención de lo relacionado con lo discursivo, tratando de respetar las manifestaciones que iban surgiendo desde las familias. El criterio prioritario en ese momento tenía que ver con colaborar en que pudieran continuar con lo que implicaba todo el procedimiento. Es decir, continuar con las búsquedas si no identificaban o recomponerse a partir de la identificación para poder ir hasta la cámara y realizar el reconocimiento efectivo de los cuerpos fallecidos. Ésta era la parte más dura. El acompañamiento que se hizo tuvo que ver con la cuestión de darle un marco lo más respetuoso posible para la situación de angustia. Sr. San Martino.- ¿Cuántas veces lo hizo usted? Sra. Rothkopf.- La verdad es que no lo recuerdo. No le puedo decir cuántas veces. Estuve todo el día 31 hasta la 1 de la mañana que me retiré. Volví al día siguiente; a las 6 ó 7 de la mañana estuve nuevamente en el cementerio y se siguió con esto hasta el final del día 1º, ya que todavía había gente que venía pero con menos frecuencia que el día 31. El día 31 a la tarde fue muy fuerte el caudal de gente y también el 1º durante toda la mañana y el mediodía. Después iban quedando menos fallecidos, porque todos fueron derivados a la morgue y a medida que había reconocimiento en las pantallas se bajaban las fotos de los fallecidos reconocidos. Pero igual hasta último momento del día 1º, llegó gente que seguía buscando, que venía de morgues, de CGP’s, de hospitales. Sr. San Martino.- Respecto de este tratamiento respetuoso evitando lo discursivo, ¿nos puede precisar cuántas veces lo hizo? ¿Lo hizo más de una vez? Sra. Rothkopf.- Sí, por supuesto. Mucho más de una vez. Estuve todo el tiempo en la Dirección. Una de las cuestiones en las que participé, además de eso, fue coordinar un poco –le repito lo que dije antes– a la gente que se presentaba voluntariamente, explicándoles a los trabajadores de salud mental que se presentaban para trabajar y que lo fueron haciendo a lo largo de la tarde y también el día siguiente. Entonces, además, trataba de reunirme con ellos para manifestarles y contarles qué es lo que estábamos haciendo, cómo lo estábamos haciendo y aunar criterios, porque en una situación así, los trabajadores de la salud mental tenemos una característica que es plantear criterios de trabajo. Había gente que tenía experiencia porque había participado de las inundaciones de Santa Fe, en la AMIA, en la catástrofe de Paraguay; entonces, trababa de generar espacios para que de alguna manera se pudieran coordinar y aunar criterios y colaborar en lo principal en ese momento: que la gente pudiera continuar con las búsquedas o pasar a la identificación en la cámara. Buscar una situación de compensación del estado afectivo de los familiares. Sr. San Martino.- ¿Acompañó a algún familiar hasta la cámara? Sra. Rothkopf.- Sí, acompañé a varias familias. Había móviles. La gente se trasladaba desde la Dirección General hasta la cámara en móviles del CEVIP, del Cementerio, de la policía. Había muchas formas de traslado hasta la cámara. Hubo gente que se trasladaba con su propia movilidad y había gente que caminaba hasta la cámara. Sr. San Martino.- Usted dijo que conocía la declaración del señor Director de Cementerios. ¿Cómo tomó conocimiento de esa declaración? Sra. Rothkopf.- La leí en una versión taquigráfica. Sr. San Martino.- ¿Quién se la proveyó? Sra. Rothkopf.-... La verdad que una compañera mía que trabaja en el Cementerio. Sr. Golodny.- Pido la palabra. La defensa quiere impugnar expresamente esta pregunta del señor diputado porque las audiencias son públicas y la pregunta a una testigo acerca de cómo se enteró es claramente capciosa, y quiero que quede constancia de eso. Es como preguntarle cómo leyó el Boletín Oficial. |