Ricardo Diez
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| Enviado sábado, 19 de noviembre, 2005 - 07:31 am: | |
URGENTE 24 HORAS Ibarra hasta las 19:00 porque después tengo clase de gimnasia" La novedad de la jornada es que el abogado Julio Maier resultó un burócrata, como todos los funcionarios promovidos por Aníbal Ibarra; el hombre ya está pensando en la feria judicial, dicen quienes estuvieron en la reunión con él para poner en marcha la Sala Juzgadora contra Aníbal Ibarra; se manifestó, en lo personal, favorable a las hipótesis del acusado; y además avisó que a las 19:00 él se marcha a hacer footing, lo que plantea un enorme obstáculo: ¿Cómo piensa llegar al 10 de diciembre? Ibarra lo promovió, que se haga cargo... Frase de Julio Maier, abogado con experiencia en la Argentina y Alemania: "Los jueces tienen que trabajar prístinamente frente al público, sobre todo frente al periodismo, e informar de manera amplia a la prensa. La publicidad no está regulando la tranquilidad o intranquilidad de los jueces, que a lo mejor estarían más tranquilos si no tuvieran que juzgar". Sin embargo, a la reunión inicial de la Sala Juzgadora no dejaba ingresar ni siquiera a un taquígrafo, según relató el canal de noticias América 24; los representantes del Partido Socialista tuvieron que ponerse firmes hasta que dejó ingresar a un taquígrafo. En una declaración periodística reciente, Maier dijo: "Es que la publicidad es una de las mayores garantías que tiene la población para ver cómo administran justicia quienes han sido designado jueces". Pero hoy viernes 18 se peleó con los periodistas y los guardias de seguridad se lo llevaron por una puerta lateral para que no tuviese contacto con la prensa. Al diario 'Río Negro', Maier le dijo cierta vez: "Lo usual en el derecho procesal es que si hay que reemplazar a un juez, al juicio hay que hacerlo de nuevo con otro tribunal. Esto es lo que normal no sólo en Argentina, estoy hablando también de países como como Italia, España y Alemania. Los jueces que ya han escuchado audiencias están tocados con el temor de la parcialidad, ya han visto y oído cosas que serán repetidas en el segundo juicio. En consecuencia se reclama otros jueces, para que ellos decidan sólo por el material que pasa ante su vista y no por lo que pasó en un juicio previo". De todos modos, él se inclinó por no modificar la Sala Juzgadora aún cuando la mecánica que le impone al trabajo de la comisión inevitablemente marcha más allá del 10 de junio. El hombre puede sesionar hasta las 19:00 porque después dijo que debe asistir a su clase de gimnasia; y explicó que luego del 31 de diciembre no tenía horizonte. Maier es un buen académico, un teórico más cercano a la filosofía que al Derecho de los tribunales y los pasillos. Su propia definición de qué es el Derecho lo define: "Un conjunto o serie de normas que intentan reglar la conducta humana, desde varios puntos de vista, con el objeto de que una persona pueda calcular las consecuencias de su comportamiento futuro. Es decir, el orden jurídico funciona como una especie de regla de cálculo. Funciona como regla de calculo para mí, que soy quién necesita saber cuáles van a ser las consecuencias, como para los terceros, que también calculan mi comportamiento probable. A veces falla la regla de cálculo, como ocurre con el cálculo de todas las ciencias aplicadas. Imagínese una esquina de Córdoba y 9 de Julio. Yo me fijo en el semáforo para ver si está permitido para mí cruzar la avenida y quien viene en sentido contrario, también lo hace, para poder ver si está permitido o prohibido atravesar la avenida y calcular qué es lo que yo voy a hacer. Si yo veo que la luz verde permite el paso a los que vienen en sentido de tránsito contrario puedo calcular que los autos van a cruzar la avenida Córdoba y, por lo tanto, yo no puedo cruzar. Bastaría un solo semáforo que yo pueda ver, para calcular ambas conductas. Esto es lo que hace, más o menos, la regla jurídica, en sí las luces verdes y rojas no son nada más que símbolos de permisión y de prohibición, de las distintas categorías normativas que maneja el orden jurídico". Lo más interesante de Maier es que en la escuela secundaria, él sobresalía en las ciencias 'duras', no en las sociales. A él le fascinaban las matemáticas, la física, qla uímica. Y se inclinaba por estudiar ingeniería química en Santa Fé (¿ahora entienden lo de la regla de cálculo?) pero se quedó en Córdoba, y su padre lo inscribió en la Facultad de Derecho, contra su voluntad. Ocurre que su padre era abogado -aunque no practicaba la profesión porque prefería enseñar Historia y Geografía. Maier siempre tuvo la sospecha de que, por eso, su padre no podía financiarle la instalación en Santa Fe, y así llegó el potencial ingeniero químico al Derecho. Cuando le tocó rendir su 1ra. materia, en el examen no podía abrir la boca y la mesa examinadora le ordenó descansar en una silla. Al cabo de 45 minutos, recién ahí pudo empezar a hablar. Su personalidad es esa, la que provocó el choque con los periodistas hoy viernes 18 en la conferencia de prensa. Según él, siguió estudiando el Derecho, "como una especie de novela, hasta que estudié Derecho Penal I". Y ahí descubrió a Sebastián Soler y su famoso Tratado, y por fin se entusiasmó con el Derecho, y coincidió con una huelga universitaria muy larga, que hubo entre el ’58 y el ’60, de todo un año. Y un concepto de Sebastián Soler le encantó: Que a falta de una teoría del Derecho vigorosa, la dogmática jurídica del derecho penal, desde la teoría del delito, había cumplido ese fin: una teoría general del Derecho. Según Maier, "hoy mismo no sigo convencido de que el Derecho sea una gran cosa. Lo hago, porque ya es mi profesión y en mis años, ya no juveniles pero adolescentes, lo abracé con bastante fuerza, pero ya me faltan pocos años de mi carrera docente en Derecho y pienso terminarla pronto. Al mismo tiempo no sigo convencido sobre las bondades de estudiar Derecho. De hecho, mis chicos me preguntaban para entrar a la universidad y siempre, en mi casa, fui un crítico terrible de estudiar Derecho, y a ninguno de ellos se le dio por estudiarlo". Sí, el hombre es un burocráta, no es un apasionado. Eso no es ni bueno ni malo, simplemente marca la cadencia que tendrá todo esto, más allá de la ansiedad de Aníbal Ibarra y de la propia voluntad de Maier. Él reconoce una influencia de Genaro Carrió, quien expresó que no es posible afirmar un concepto límite preciso "Hay casos en que se sabe muy bien cuáles son los objetos incluidos, por ejemplo: en el nombre "mesa". Sabemos que eso es una mesa. También se sabe cuáles son los objetos no incluidos en el concepto. Sabemos que esto no es una mesa. Pero supongamos que esta mesa el día de mañana se rompe o por necesidad, la dan vuelta, le ponen unas rueditas y la utilizan para transportar libros o expedientes de un lado a otro. Es la misma mesa, pero ya dudaríamos acerca de si la podemos llamar así, si la podemos incluir o excluir del dentro del concepto "mesa", porque no cumple la función de una mesa". |