Ricardo Diez
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| Enviado lunes, 26 de diciembre, 2005 - 05:59 pm: | |
NOTICIAS URBANAS Los K y un dilema llamado Ibarra Salvo Alberto Fernández y sus seguidores, que constituyen la mayoría en el distrito, en la Casa Rosada no todos están convencidos de pagar el costo de defender a Aníbal Ibarra en el juicio político. El fallo de la Justicia le dio aire al jefe de Gobierno mientras el PJ de la Ciudad instó a la defensa de la institucionalidad y del propio Ibarra Por Fernando Riva Zucchelli La Casa Rosada es un lugar pletórico de contradicciones respecto al futuro político de la Ciudad. En la misma conviven aquellos a los que les da lo mismo que siga Aníbal Ibarra en el Gobierno, los que apuestan fuertemente a su continuidad y los que ya empezaron los contactos con Jorge Telerman para el caso que el juicio político lo deje al jefe porteño al costado del camino. Sin embargo sobre el fin de semana se respiró un aire distinto con el cambio de carátula del fallo de Cámara acerca de los funcionarios de la Ciudad. Esto no genera contradicciones en la acción de Gobierno, en la que por ejemplo todos aplauden al unísono en el salón Blanco cuando el presidente Néstor Kirchner anuncia la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Pasan por un momento en el cual se respira la demostración de poder. Es casi una política en si misma, hacerlo sentir. Y lo logran con creces. El primero que ni quiere oír hablar del tema del juicio es el Presidente, quien quedó escaldado cuando el 14 de noviembre la Sala Acusadora sentó en el banquillo a su aliado de 2003, Aníbal Ibarra. Estaba junto al jefe K de la Ciudad, Alberto Fernández, cuando escuchó el desenlace desde su clásico refugio de El Calafate. Sobraron luego los gritos cuando el tema Cromañón se transformó en el tsunami que sacó de los medios el contundente triunfo de Cristina en Provincia de Buenos Aires y la perfectamente estudiada Cumbre de Presidentes en la ciudad de Mar del Plata. Entre medio se sucedieron algunos hechos como el lanzamiento de Compromiso K en la Capital Federal que hizo algún ruido en el hasta ahí cómodo liderazgo de Alberto en el distrito. A pesar de ello si uno desenrolla el ovillo las cosas no son tan contradictorias entre albertistas y pingüinos. Veamos. Si no fuera por Alberto Fernández, no existiría la postura de indiferencia hacia el gobierno de Ibarra, ya que lo más probable es que el noventa y cinco por ciento de los kirchneristas ya le hubieran soltado la mano al ex fiscal. Sólo la firmeza en la convicción de la permanencia de Ibarra hasta el 2007 en el diseño político del jefe de Gabinete impidió que se consolidara esa tendencia. También Alberto es el que controla las tres posiciones claves del kirchnerismo porteño en la Legislatura. Miguel Talento es el vicepresidente segundo de la Casa, Diego Kravetz, el jefe de bloque y Juan Manuel Olmos, titular de la estratégica Comisión de Presupuesto. Ellos conforman un polo albertista tan diverso como contundente, teniendo como única disidencia clara en la confrontación mayor al diputado Helio Rebot, a quien éstos ubican en la cercanía del ministro de Planificación, Julio De Vido. No es un tema menor ya que Rebot es uno de los integrantes de la Sala Juzgadora y de discurso habitualmente beligerante hacia el jefe de Gobierno. Los albertistas son conscientes de que los errores cometidos le costaron la exclusividad K en la Capital. Si hasta el "pelado" Telerman un habitué del freezer hoy ha logrado descender hasta la heladera, donde ya retomó algo de color y no se lo ve tan duro en la imagen del jefe K. Todas las fuentes coinciden en que la instrucción fue clara en el sentido de apoyar al jefe de Gobierno, pero la pelea con el vicejefe ya no significa como antes en el ideario albertista. El PJ de la Ciudad a través de su secretario general, Víctor Santa Maria, aseguró tras una reunión del Consejo Metropolitano que el peronismo porteño "respaldará la continuidad institucional en general y la de Ibarra en particular". A su vez el jefe de ministros no registra o parece no sentir los golpes. "Más allá que (Rafael) Bielsa haya sacado el 20 por ciento, que (Mauricio) Macri nos dio una paliza, que el Borokogate fue un papelón al igual que el sainete Bielsa-Morgado, la gente no va recordar la gestión del Presidente ni la de Alberto por estas cosas. No te olvides quien fue a España a cancelar la deuda con el Fondo o a Venezuela en la cumbre con (Hugo) Chávez. Sigue en el riñón" remata uno de sus voceros habituales. Fernández no pierde entonces su sueño de ser alguna vez jefe de Gobierno en la Ciudad y sabe que no le sobrarán oportunidades. Pero guarda una esperanza y tiene un plan definido para llevarlo a cabo. Alguien que lo acompaña de cerca lo describe clarito: "Seguirá pegado a Kirchner lo más que pueda hasta el 2007 confiando en que la reelección del Presidente lo deposite en el sillón de Bolívar 1". |